NO SE OYE PADRE


Foto RPP

Parece que en el Perú se hubiera declarado una epidemia de sordera oficial. Y de ceguera.

No se escucha la gritería en las calles y no se ve a los miles de personas que están diciendo que lo que pasa no les gusta y que a su vez representan, estoy seguro, a otros peruanos que no pueden ir a las plazas o a las calles.

Las reacciones a esto son no solo lentas sino incomprensibles y hablan de un alejamiento donde los discursos y declaraciones no tienden puentes y los gases represivos ahogan.

¿Qué está pasando? ¿Es verdad que el gigante despierta poco a poco? ¿Es una ilusión pasajera? Lo único que entiendo claramente es que las voces no se escuchan.

Reprimir de esa forma a gente que protesta por un tema que es la punta del iceberg, no es solución ninguna.

Los manipuladores de siempre se infiltran, seguramente y buscan llevar agua a sus molinos. Yo creo que esta vez no lograrán bastardear la protesta, porque la hora del engaño ha pasado.

 

Foto: RPP