EL NOMBRE LO DICE TODO…


El río se llama “Huaycoloro” y no hay mucho más que interpretar (salvo diferente – y autorizada – versión de los lingüistas), para que la palabra HUAYCO, conocida por todos y que viene del quechua, “huayk’o”, salte a la vista …; y para mayor abundamiento, hay otro río que se llama “Chillón” (es decir gritón) y ¿qué es lo que hacen los loros?: Chillan (gritan), pues. Y si nos atenemos al refrán que dice: “Cuando el río suena es porque piedras trae” … Un río chillón o gritón, así como un loro, suenan y eso no trae nada bueno. En realidad, significa desastre. Para terminarla, en Chincha hay un río llamado “Matagente” … ¿Aló…, aló…?

Se le dijo, se le advirtió… ¡Pobre Fernández! …”, decía un cómico famoso hace mucho tiempo y resulta que todos, todos en el Perú, somos ese “pobre Fernández”, que hizo oídos sordos a las advertencias. No hicimos caso, a pesar de avisos anteriores y situaciones catastróficas similares ocurridas antes; no nos dimos por enterados. Pasó lo que está pasando todavía y seguramente, dada nuestra idiosincrasia, volverá a suceder. El agua en forma de lluvias torrenciales, de ríos desbordados, de quebradas que se activan produciendo huaycos, de desagües que colapsan, lo destruye todo, dejando llanto, muertos y miseria …

Nos avisaron y no hicimos caso. Construimos casas en las quebradas “porque están secas” y en Lima (“la ciudad donde nunca llueve”, hasta que…) los techos planos de la inmensa mayoría de las casas, que fungen de almacenes de cosas y están abarrotados de verdadera basura, se hunden bajo el peso del agua acumulada, que es producida por una lluvia avisada e ignorada …

El desastre es nacional y muchas “autoridades” se toman fotos en medio de las aguas “decidiendo e indicando qué hacer”, para que después todo quede en nada y aquí no pasa ídem, o sea NADA

Esto no es un “castigo divino”, sino un fenómeno natural, desastroso, es verdad, pero que sea arregla con previsión y dejándonos de tonterías. Es bueno rezar, pero hay que acordarse: “A Dios rogando y con el mazo dando” …

IMAGEN: https://rpp.pe

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EL AÑO DEL AGOTAMIENTO


Este podría ser el “motto” oficial peruano del año 2,022, el de este año que todavía no acaba porque solamente va por la mitad, y que sin embargo tiene el aspecto de un decenio de años desgraciados …

La pandemia, el encierro que ha dejado secuelas imprevisibles para el futuro; el caos nacional, creado por un Ejecutivo inepto, indolente y ocupado en intereses subalternos; por una clase política deleznable y por un Legislativo de vergüenza, que da leyes en su propio beneficio, anula aquellas que funcionaban bien y representa a intereses privados, informales y corruptos …

Todo, más una guerra, no por lejana menos amenazante, que nos predice hambre y carestía, se junta para agotar al ciudadano, para desconcertarlo, para producir esa anomia que es la ausencia de las normas sociales y se traduce en indiferencia, desesperanza, en una rabia que se transforma en resignación y conformismo letal …

Este es el año del agotamiento, que ojalá sea también el del agotamiento de la paciencia ciudadana, el de la reacción, el de no dejar que nos pisen el poncho, el de volver a ser un país y no un botín.

Imagen: https://christianmendoza33.wordpress.com

EL CIENTO UNO: LA DESBARRANCADA DE BARRANZUELA


EL CIENTO UNO:

Es, según el programa “La Encerrona” de hoy, lo que sería el “problema ciento uno” que el gobierno del Perú se crea a sí mismo… ¡y a todo el país! No sé si sea el número, porque en realidad parece un montón de metidas de pata para 100 días, pero en realidad, es una diaria y eso es lo contabilizado por el programa …

El “mal paso”, “metida de pata”, “error” o estupidez manifiesta, tuvo el protagonismo del ministro del interior, señor Barranzuela, que hizo caso omiso y se burló de la propia medida, que emitida por el portafolio a su cargo: Están prohibidas las reuniones celebratorias por el “Día de la canción criolla” y “Halloween”, es decir las “fiestas COVID” …

Y en la casa del señor ministro, lo que hubo y está registrado por imágenes de la televisión, lo que hubo fue un fiestón, que según Barranzuela fue una “reunión de trabajo” en la que se trataron “importantes asuntos”. Lo dijo con música criolla de fondo, en la puerta de su casa, a la reportera del equipo de televisión que grababa y que fue al lugar, alertado por las llamadas telefónicas de los vecinos, hartos –lo supongo- del bullicio de la juerga.

El señor ministro del interior, ex policía, abogado defensor de una presunta banda criminal, opositor a la erradicación de la hoja de coca ilegal (hay una grabación, por lo menos, de él, antes de ser ministro, arengando a los cocaleros en la zona del VRAEM), además y por si fuera poco todo lo que se le imputa, que sería largo de enumerar aquí, se zurra en sus propias disposiciones, incumpliéndolas flagrantemente, mintiendo para tratar de justificarse … ¡A vista y paciencia de todos, con registro de video incluido!

De pronto, hoy el presidente Castillo y la primera ministra Vásquez, toman la decisión de cesarlo en sus funciones ministeriales y poner fin a esto que ha sido un despropósito más y “disparo a los propios pies” de este gobierno …

Habrá que ver.

Imagen: https://gestion.pe

LAGARTIJA REPARTIJA


La lagartija es un bicho de movimientos rápidos, bastante astuto, silencioso y que puede quedarse inmóvil por mucho tiempo…

La “repartija” no necesita definición, pero se trata del nombre que se le da a una distribución arbitraria de algo, una especia de “reparto a manos llenas”. Lo que sí habría que decir es que, como práctica, a pesar de que al parecer existió siempre, la “repartija” se hizo popular en el Perú, gracias a la escandalosa repartidera de “comisiones” en un Congreso pasado, entre miembros de una misma argolla, vinculada por intereses “políticos”, de un tipo nada inocente y sí más bien delictivo…

Pero cada vez que un gobierno empieza, la “repartija” lo hace, y quiénes se alzaron con el triunfo, distribuyen puestos públicos en pago a personas que contribuyeron al éxito electoral de algún modo, y a los “amigos”, a los “simpatizantes” y a los “miembros del clan”. Copan así el Estado, para asegurarse que lo que ven como botín, se reparta y todos los posibles reclamantes, se encuentren satisfechos…

Mi experiencia personal, es que al día siguiente de empezar a trabajar como Secretario de Comunicaciones, de la Presidencia del Consejo de Ministros, en el segundo año del gobierno del presidente Toledo, recibí directamente una llamada telefónica: “¿Manuel Echegaray?  ¿qué haces ahí si no eres hermano y ese puesto no es para ti…? Si sigues, te vamos a matar…” Respondí: “Si me vas a matar, no me avisas…”. Hubo silencio y colgué el teléfono. Nunca más me volvieron a llamar…

Huelgan comentarios.

Puede sonar a algo cínico el reconocer que esto suceda, pero es la realidad real. Hace un tiempo, el carnet del partido, funcionaba como una tarjeta doble: de presentación, a la vez que de representación. El carnet agilizaba trámites, hacía merecedores de puestos, otorgaba prebendas y gollerías. Todavía debe seguir funcionando esto, que fue notorio en gobiernos pasados, pero ahora se suma de manera notoria el “amiguismo”, los “tarjetazos” y las “recomendaciones” vuelan y están a la orden del día….

Antes se “guardaban un poco las formas” y se llamaba a “gente que sabía”, para ocupar puestos visibles e importantes, o se contaba con “cuadros” del mismo partido que fueran eficientes y no tuvieran “peros”. Pero… ¡Todo cambia! Ahora se siguen –a duras penas- manteniendo algunos nombres tranquilizadores, pero como la lagartija, la “repartija” se mueve veloz y nerviosamente, amontonando nombramientos a “nn”, que resultan ser más bien, unos peligrosos “xx”, porque, como se dice, en vez de currículo, tienen prontuario…

Empezó la temporada de la “repartija” en el Estado y el poder ejecutivo y el legislativo se agitan, bullen y nadie parece querer perderse una “pieza”, lo que caiga está bien …

Cacería, safari, caza furtiva, … ¡Es temporada, y hay que aprovecharrrrrr…! ¡A comerrrrr…!

Imagen: freepng.es

PANDEMIA, PÁNICO, PÁNFILOS


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Este post contiene lo que pienso acerca de eso que es noticia (que los medios llaman “en desarrollo”) de nivel mundial: el coronavirus, sobre el que se han escrito, se escriben y escribirán tantas palabras, que si pesaran, desfondarían a nuestro planeta. Un verdadero virus palabrístico, del cual parece que me he contagiado.

 

El virus (que es diferente a una bacteria), ha producido (y sigue produciendo) no solo contagio, sino muertes y lo que mucho más peligroso: pánico.

 

Pánico que se extiende, contagiándose a velocidad infinitamente mayor que lo que podría hacerlo el virus, por todo el planeta hasta donde lleguen las noticias propaladas por los distintos medios, e incluyo aquí a las redes sociales, que además abundan en desinformación, comentarios totalmente equivocados, maliciosos o simplemente mentirosos.

 

La Organización Mundial de la Salud, ha declarado que hay una pandemia (que es mayor que una epidemia) y que para este tipo de coronavirus (porque hay varios que “circulan) hace muchos años) no existe una cura descubierta aún, porque entre otras cosas, es mutante, o sea que en cada infección/infectado cambia un poquito y no es el mismo original: es un buen ejemplo de eso de que lo único inmutable, es el cambio, porque el coronavirus cambia, pero el acto de cambiar prosigue su marcha…

 

La primera palabra  del título es pues pandemia, la segunda es pánico y la tercera, pánfilos, que son aquellos que creen cualquier cosa, que son “almas de dios”, que piensan que no hacen daño a nadie y se sienten muy orgullosos cuando creen “saber” algo y lo difunden entre amigos, parientes, conocidos y una fauna variopinta que se esconde tras los famosos “Like”; son esos pánfilos que abundan mucho más de lo que uno supone, porque de otro modo, el pánico no existiría y la tercera palabra: pandemia -que existe definitivamente y podría explicarse por la movilidad moderna y lo que es un verdadero efecto de la globalización que acerca a las personas y países como nunca, borrando fronteras y convirtiendo a prácticamente todos, en ciudadanos del mundo- no es un virus tan mortal como se cree (las cifras de muerte son bajísimas).

 

Lo que pasa es que las emociones llaman siempre la atención, suelen ser “transmisibles” y el miedo es una de ellas; el pánico no es otra cosa que el “miedo extendido” (“pan”: del griego, “que abarca a todos”)…

 

Sucede también  que las emociones “venden” y esto lo utilizan los medios, que no hay que olvidar que además de informar necesitan vender su materia prima (la información) y para ello mostrarla de la manera más atrayente posible y así obtener audiencia que justifique la inversión publicitaria que los financia (son raros los que no la tienen como fuente principal de su financiamiento).

 

 

Y mientras más se “trabajen” las emociones del público, tanto más buscará este la noticia sobre determinados temas, porque –y esto es entrar en un terreno que tiene que ver con el ser humano y su psiquis- el masoquismo existe y es aquello que al producir dolor, provoca placer; el que nos hacer ver películas de terror para sentir “el gusto” del terror o leer u oír historias de miedo para “asustarnos” y experimentar esa sensación.

 

Las noticias “dolorosas” o “tremendas”, gustan, son vistas y venden porque quienes las leen se saben conocedores de una verdad que físicamente puede serles ajena y que de pronto les sirve para compararse con “los otros”, sentirse “diferentes” a ellos y satisfechos por tanto.  Tal vez pase lo mismo con las noticias “escabrosas” y, repito, todas aquellas que tengan relación con, o susciten emociones.

 

 

El miedo a lo desconocido, alimentado (por interés o repetición) se convierte en pánico y como esta pandemia tendría consecuencias insospechadas (cura que no se conoce) provoca pánico, ése que los pánfilos tienen, porque están desinformados, porque conocen solamente una parte y  se creen propietarios del conocimiento completo, porque están acostumbrados a recibir una sola opinión y no la contrastan…

 

Pandemia, pánico, pánfilos: tres ingredientes cuya mezcla ha demostrado ser absolutamente ignífuga y que sin embargo muchos medios y redes sociales alimentan y avivan para que el incendio se mantenga porque “hay que ser importante opinando” y el ruido de las explosiones que el incendio produce asustan,  atraen y el color amarillo de las llamas se ve bien bonito.

 

Imagen: http://www.youtube.com

 

¿SIN DUDAS NI MURMURACIONES?


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Si se trata llenarse los bolsillos…

¡Vergüenza que parece que no sonroja a nadie, pero el Ejército Peruano demuestra que también está carcomido por la corrupción, con una última investigación donde 27 miembros de esta institución, incluyendo a cuatro generales EP, fueron apresados por robar combustible diésel a su institución y venderlo!

 

El asunto empezó en el 2013 y lentamente (tal vez MUY lentamente) fue avanzando hasta este vergonzante resultado. Incluye una camioneta “van” acondicionada para esconder el combustible robado y comercializarlo; el asunto de “distribuye” en varios departamentos del Perú, demostrando que la delincuencia, de civil o de uniforme, tiene las mismas prácticas a la hora de burlar la ley.

 

Un caso anterior muy sonado, fue el del ex general EP (r) y ex congresista Edwin Donayre, sentenciado por robo de combustible, y que fuera protegido por el congreso, pero que cuando perdió su inmunidad parlamentaria y debía ir preso por la sentencia en su contra, fugó, para luego de larga búsqueda por la policía, fuera recapturado (él dijo que “se entregó”, pero lo real es que “lo chaparon”) y ahora cumple los 5 años de condena impuestos por la Justicia.

 

Pareciera ser que el “pensamiento guía” es: “Si otros roban… ¡Robo yo también!” y esto se extiende como mancha de aceite desde hace mucho tiempo, lo que se comprueba leyendo “Historia de la corrupción en el Perú” de Alfonso W. Quirós, que no es un libro muy viejo que digamos, como sí lo es en nuestra patria el tema que toca y que se ha puesto ahora en evidencia con las acciones que dificultosamente, contra un viento y una marea producidos, avivados y agitados por la corrupción, el Estado emprende, con éxitos que son torpedeados incesantemente por quienes han hecho su “modus vivendi” de este delincuencial “modus operandi”.

 

“Lava Jato”, “Lava Juez”, “Cuellos Blancos” y mucho más se va destapando, haciendo público y como las fichas de un dominó, van cayendo, empujados por la caída de la ficha anterior.

 

Ojalá que esto sea hasta las últimas consecuencias, un “caiga quien caiga”, que de pronto nos deja sin aliento, pero permitirá al país entero tomar aire fresco y empezar, ahora sí, a correr sin lastre y sabiendo salvar los obstáculos… ¡SIN TENER QUE PAGAR COIMAS!

 

Info: RPP radio / Imagen: es.wikihow.com