TOMANDO EL CAFÉ


Sentados frente a sus cafés, terminado el almuerzo, se miraron sin decir nada, hasta que después de un rato y varios pensativos sorbos, él rompió el silencio: “Se fueron todos, nada más terminar su plato… ¡Ni postre comieron…!”         Ella replicó: “Siempre es igual… Tendrán algo qué hacer y deben andar apurados…”

El viejo meneó la cabeza: No lo creo, porque hoy es domingo…” La mujer lo miró, miró su taza de café y dijo: “Ya cuento mal…, creí que era sábado…”

Volvieron al silencio y el viejo argumentó suavemente: “Cuando yo era chico, nadie se levantaba de la mesa de almuerzo o la de la comida, hasta que todos hubiesen terminado…Se conversaba un poco, a veces, los grandes hasta dos cafés se tomaban y nadie se movía hasta que mi papá se paraba y arrimaba la silla…” “Es que los tiempos cambian…” dijo la mujer, sin despegar los ojos de la taza de café que estaba a medias.

“¿Te das cuenta que nos quedamos solos…?”, dijo ella abstraída. “Sí, solos, como al principio…: Tú y yo.”, dijo el viejo.

Ella trató de cambiar de tema: “¿Viste que se llevaron los muebles de la sala y trajeron unos nuevos? La verdad es que los que se llevaron estaban desfondados y con los forros descoloridos y rasgados…”

No se dio cuenta de que no había cambiado de tema y se fueron juntos a la cocina a dejar las tazas de un café ya frío y a medio tomar…

Imagen: https://es.vecteezy.com

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VALS VIENÉS


El vals sonaba, trasportándola hasta los amplios salones, de pisos brillantes como espejos, iluminados por lámparas hermosas que hacían de la noche día. Allí, galantes caballeros de negro corbatín y damas hermosas con vestidos vueludos, daban vueltas y vueltas al ritmo de la música…

Parecía un sueño propiciado por la música y su imaginación, hasta que una guaracha bullanguera, lo rompió todo en la radio de la mesa de noche.

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ENTONCES, EL DIOS BAJÓ…


La serpiente había llegado desde el cielo, bajando y enroscándose, envuelta en una luz que cegaba y de ella fueron saliendo los dioses que vieron que la tierra era buena. Entonces, se quedaron, ganándose la confianza de los hombres con su magia …

Así empezó todo, y la tierra que era plana, cubierta de verde, fue poblándose de extrañas construcciones que se elevaban hacia el cielo, allí, desde donde había venido la serpiente, la de la luz que cegaba, para traer a los dioses …

Así nos lo contaron, hace muchos soles y así, los días, como los granos incontables del maíz, pasaron, y nos quedamos esperando que regresen, los dioses se fueron …

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TODOS LOS SANTOS


En la familia, hasta donde alcanzaba la memoria, todos habían tenido como primer nombre el de Santos. Tenían un segundo nombre, para diferenciarse, claro… Así, había Santos Antonio, Santos Mercedes, Santos Salvador, Santos Petronila: los dos apellidos venían después del segundo nombre, pero, en primer lugar, todos eran Santos.

En varias de las casas, había en la sala, la fotografía de un gran grupo familiar reunido. Si algún extraño preguntaba, quiénes eran los del retrato, la respuesta era la misma siempre: “Es la foto de todos los Santos” …

Imagen / dibujo referencial: https://www.batiburrillo.net

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TORCUATO


Se llamaba Torcuato, pero nunca le gustó su nombre. No importó que le dijeran que llevaba un nombre famoso, el de el gran poeta italiano Torquato Tasso, pero a él siguió sin gustarle y arguyó a quien tratara de convencerlo con lo del poeta italiano –después de averiguarlo por Internet-  que ese era con “q” y su nombre era con “c” …

Se convenció el día que un compañero de clase le dijo: “Agradece, porque felizmente no te llamas Torpedo …”

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ACERTIJO


En su vida pasaban muchas cosas que no podía explicar y día a día se iba complicando más, como si fuera un acertijo cuya dificultad se incrementaba constantemente, como un rompecabezas de innumerables, incontables piezas …

Su vida toda era una pregunta, que no sabía responder y por eso miraba al vacío, tratando de encontrar una respuesta y tal vez por eso creyó que la respuesta estaba arriba, en las estrellas, pero miraba al cielo nocturno y al ver miles de lucecitas brillantes, se preguntaba si la respuesta sería una sola o estaría repartida entre las innumerables estrellas …

Imagen: https://aerle.es

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