TREN


Foto AFP Conductor tren

Las terribles noticias sobre el accidente del tren de Santiago de Compostela, seguirán por mucho tiempo. El dolor será eterno para los deudos y el remordimiento de conciencia del conductor insoportable. Sus palabras tras el accidente: “Me quiero morir”, reflejan no solo su reacción ante el sangriento desastre, sino la admisión de su culpa, fuera de cualquier investigación.

Error humano” se suele decir en casos similares, para representar una equivocación fatal. En este caso el error (exceso de velocidad y según parece, distracción del conductor por estar hablando por teléfono) fue temerario y catastrófico.

Vendrán ahora pesquisas, interrogatorios y se declarará eso: “Fue falla humana”.

El horror, los muertos y la debacle quedarán especialmente en la memoria de Garzón, el conductor del fatídico tren, que ha sido condenado por la vida a caminar con su carga de horrores para siempre. El conductor del tren no murió; lo peor que le pudo pasar fue quedar vivo y saberse absoluto responsable.

 

Foto: AFP