
Si tiene cuatro patas, cola, bigotes y maúlla … ¡Bingo!
El animalito es un gato, no un perro ventrílocuo, porque que se sepa, los perros no tienen esa facultad …
Digamos que hay indicios razonables, para determinar al bicho ese, con un gato. Un gato, es un gato, es un gato, es un gato…; no es perro ventrílocuo, ni gallina ponedora. Es gato nomás …
Siempre habrá alguien que quiera convencernos de la “perritud” del minino y lo hará o porque es un mentiroso fabulador, porque quiere burlarse de nosotros o por algo que le conviene …
Lo que viene sucediendo tiene un aspecto de gato, unos bigotes y un maullido, que delatan a un gato, pero hay quienes niegan que lo sea, muy orondos, aunque las evidencias lo digan así. Quieren que se demuestre la “felinidad” con pruebas. Digo yo, ¿y los bigotes, y el maullido, las cuatro patas, la cola y un ronroneo al que no parece hacérsele caso, no son pruebas? “¡Son indicios, pero no pruebas!”, dirán. De pronto quieren ver el documento de identidad del gato, con foto más; aunque podría ser que argumenten que es un DNI “trucho”, “bamba”, falso…
¿Y si lo que pasa es que han convencido al gato para que se crea perro…? Como dicen los italianos: “Chi lo sa…”
Imagen: https://dibujoscolorear.es
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