LAS IMÁGENES HABLAN…


Policía:¡Cholo, al suelo, cholo…!”  Del diario “El Popular”, Lima, Perú

Las he visto, las han visto miles de personas …

Las imágenes muestran lo que sucede y relatan un horror que indigna. Las imágenes muestran a vándalos que siguen alguna consigna destructiva y que creen estar en lo correcto, tengan disfraz de izquierda o de derecha. Es un disfraz, porque son delincuentes, que actúan por propia iniciativa o son malandros alquilados por miserables que se ocultan riendo…

Las imágenes muestran a la policía, “desalojando” una universidad, deteniendo a tutilimundi, golpeando a la gente y deteniéndola bajo la acusación de terrorismo (y después jactándose de ello –un policía lo dice-), para luego tener que liberarlos, porque no había nada que los incriminara; y entre los apresados y luego de por lo menos diez horas liberados, había un anciano con párkinson, una niña, una mujer embarazada …

¿Las imágenes mienten? No, pero hay quienes no creen lo que ven y ahí están las imágenes de la violencia vandálica y policial, que está destruyendo a un Perú que no se lo merece.

IMÁGEN: Fotografías publicadas por el diario “El Popular”, Perú.

MI ADIÓS A DOS LUCHOS


MI ADIÓS A DOS LUCHOS

Partieron hacia el Barrio Eterno, con muy poca diferencia de tiempo. Con Luis Bambarén Gastelumendi S.J. y Luis Bedoya Reyes, siento que se va parte de lo vivido por mí…

El primero, fue mi profesor en el colegio y el Prefecto de Disciplina del mismo. Fue mi amigo y me dio la oportunidad de trabajar con él, cuando lo hicieron “Obispo de los Pueblos Jóvenes” (término que creo se le ocurrió a él, en vez de “barriadas”, que le parecía despectivo. Así se fundó PUJOP (“Oficina de Pueblos Jóvenes del Perú”), bajo su presidencia y la dirección de Gustavo Noriega, también ex alumno del colegio de la Inmaculada, Roger Sattler, norteamericano, que venía a integrar el equipo desde el Cuerpo de Paz, a quien luego reemplazaría Lucy Conger, del mismo organismo de voluntarios norteamericanos, Eduardo Lastra, promotor… No éramos muchos y yo cumplía las funciones de jefe de relaciones públicas…

A Luis Bedoya Reyes, lo conocí personalmente y trabajé con él, pero en un campo totalmente distinto, como es la política, porque gracias a mi buen amigo Raúl Rachitoff, hoy también fallecido, me integré como creativo al equipo de comunicaciones de la campaña política para “Convergencia Democrática”, que buscaba llevar a la presidencia del Perú a Luis Bedoya Reyes, en alianza con uno de los más grandes caballeros y hombres de bien que he conocido, y que fue don Andrés Townsend Ezcurra.

Ambos, los dos Luchos, Bedoya y Bambarén, hicieron siempre honor a su apelativo cariñoso al luchar denodadamente, desde donde estuvieron, por la misma causa: la Justicia social.

Si de algo puedo preciarme, es poder haberles dicho “amigo” y sentir que me correspondían. No es algo común conocer en el día a día y estar cerca (aunque sea solo por un tiempo), colaborando con ellos, a dos personas de su talla.

Escribo esto desde la tristeza que me da su partida, pero me consuela saber que ambos llegaron a una edad avanzada, 102 y 93 años, tremendamente lúcidos y sin claudicar ni un ápice de aquello en lo que creían.

Estoy seguro que ambos se han encontrado ya, allí en el Barrio Eterno y deben estar riendo juntos con las bromas cundas de don Lucho Bedoya.

Ojalá tuviéramos muchos “Luchos” como ellos.

Imagen: Internet

¡DAME MI OSITO!


DAME MI OSITO.jpg

Tarde de domingo, hay sol, mientras escribo escucho viejas melodías tocadas por la orquesta de Paul Mauriat y tengo abierta la ventana para que entre el aire; junto con él se cuelan las voces de niñas que juegan fuera, pero están fuera de mi vista.

 

Juegan y por el tono de las voces no tendrán más de 8 años: “¡Dame mi osito…!”, risas, silencio, risas. “¡Dame mi osito…!”, más risas y silencio. “Dame mi osito te digo…”.

 

Largo silencio y después: “¡Dame mi osito, mierda, hijueputa…!”. Hay sol, jugaban y de pronto algo se ha roto.

 

Es como si la infancia hubiera saltado en pedazos y cierro la ventana porque lo que van a seguir son llantos, seguramente forcejeos y tal vez más lisuras. El aire queda afuera, con los sonidos y yo escribo…

 

Hay sol, es tarde de domingo y todo está transcurriendo con “normalidad”; no tengo que preguntarme nada, porque imagino lo que la niña del “¡mierda, hijueputa…!” escuchará en su casa. Imagino que “así se defenderá” y que de pronto, más tarde, tendrá hijos a los que acunará cantando reguetón…

 

Ya sé, soy de otra época y seguramente por eso escucho las viejas melodías de la orquesta de Paul Mauriat, una tarde de domingo, con sol…

 

Imagen: mercadolibre.com.pe

EL COLOR


EL COLOR

 

Al abrir los ojos lo único que vio era un color crema.

Parpadeó pero el color seguía  allí y entonces no supo qué pasaba; no sabía si estaba dormido y ra un sueño o qué.

 

Sus  manos al  tantear, casi por instinto, tocaron lo que parecía ser un fierro: frío y delgado.

 

Entonces oyó la voz: “No se asuste. Tuvo un ACV y ahora no ve, está en la clínica; yo soy el médico, aquí están su madre y su esposa. Tranquilo. No ve, pero va a pasar…”

 

Se acordó del sonido de la sirena que fue lo último que escuchó antes de oír la voz. Todo era un solo color crema, como si mirara una pared: movió los ojos y la cabeza pero el color seguía allí, atrapándolo. Como si estuviese en un lugar donde sólo existiera el color crema.

 

Estaba en una cama, en un hospital o una clínica, no veía, había un médico y allí estaban su esposa y su madre, pero no veía o mejor dicho, la maldita barrera crema no lo dejaba ver.

 

Volvió a escuchar la voz, que ahora sabía era la del médico: “Tranquilo, descanse…”, y la voz conocida de su esposa: “Aquí estamos…”

 

Sí, estaban; él también estaba pero todo lo que veía era un color crema.

 

Estoy ciego…” pensó y algo se derrumbó de pronto dentro de él.

 

Imagen: sp.depositphotos.com

NO ES MÁS QUE UN HASTA LUEGO


NO TE DIGO ADIÓS, SINO HASTA PRONTO

Por qué perder las esperanzas

de volverse a ver…

Por qué perder las esperanzas

si hay tanto que ver.

 

No es más que un hasta luego

No es más que un breve adiós…

Muy pronto junto al fuego

Nos reunirá el Señor.

 

Con nuestras manos enlazadas

y en torno al calor…

formemos esta noche

un círculo de amor.

 

No es más que un hasta luego

No es más que un breve adiós…

Muy pronto junto al fuego

Nos reunirá el Señor.*

*Canción de despedida de los Scouts.

 

Te vamos a extrañar, Javier, pero sabemos que pronto volveremos  a estar todos juntos en un recreo eterno, donde no importan   los goles pero siempre se necesitan jugadores y barristas.

Manolo.

VOLÓ HASTA LOS LUCEROS


VOL+O HASTA LOS LUCEROS

Nuestro amigo y compañero de colegio, “Piolín”, Jaime Paredes, se fue ayer domingo y nos espera, tranquilo como siempre, allí donde todos iremos más tarde o más temprano.

 

“Piolo”, te llevaremos chocolates: haznos un sitio, hermano.

 

 

 

Imagen: quierodibujos.com