QUITADA LA JUSTICIA…


 JUSTICIA

 “Quitada la justicia, ¿qué otra cosa son los reinos, sino inmensos latrocinios? Los latrocinios ¿qué son sino unos reinos pequeños? Porque también estos son una gavilla de hombres que se rigen por el mando de un príncipe, unidos por pacto de asociación, en la que la presa se divide en las proporciones convenidas. Este mal, si crece con la agregación de tanta gente perdida, y llega al grado de tener lugares y constituir sedes y ocupar ciudades y someter pueblos toma el nombre de reino que manifiestamente le otorga no la codicia dejada sino la impunidad añadida.

Mi acertado amigo Eduardo, en un correo, hizo llegar esta cita textual y estremecedora. Aquí está escrita entre el año 412 y el 426, una descripción, que desgraciadamente no parece tener tiempo, de lo que pasa en el mundo y en nuestro país. Se trata de “La Ciudad de Dios” de San Agustín.

El tema no es nuevo y lo vemos repetirse a lo largo de la Historia. Se viene advirtiendo sobre esto, casi desde que el ser humano piensa y forma sociedades. Sin embargo las palabras caen en saco roto y se pierden porque nadie hace caso o no conviene hacerlo.

¿Hasta cuándo?

DE CABEZA


DE CABEZA

No debería sorprendernos el que veamos todo patas arriba, al revés de como debiera estar.

A una chica le rompen el vidrio de su auto para robarle la cartera. Los “bujieros” huyen en moto y ella los persigue; los choca: uno de los delincuentes huye y el otro es atrapado. La moto del asalto tiene la placa falsificada y el que es atrapado, antecedentes policiales por robo. El malhechor reclama por “sus derechos” y no quiere que lo filme la televisión, amenazando. Un campeón mundial de boxeo descubre a unos ladrones robando en su automóvil; los coge y luego la familia de uno de los ladrones lo denuncia por “agredir” a un menor. Waldo Ríos, el que recibió dinero de manos de Montesinos para cambiar de partido y apoyar a Fujimori, es “rehabilitado” por la Sala Penal Especial de la Corte de Justicia y puede ser Gobernador de Áncash.

Si vemos someramente las noticias tendremos un panorama de lo que está pasando. Jueces liberan a delincuentes; los delincuentes amenazan y agreden a la ciudadanía; un cajero de banco les roba a los más pobres; un congresista más hace que el Congreso les pague a “asesores” que trabajan… ¡en su universidad particular!

El mundo está al revés en nuestro país: de cabeza, patas arriba, equivocado; mala, dolosamente equivocado. Todo está trastocado.

Dicen que estamos camino a ser país del primer mundo ¿no será que caminamos hacia el último? ¡Esquina bajan…!

TRISTE RIMA: ¿PARA PROTESTAR HAY QUE MATAR?


CHARCO DE SANGRE

Las protestas en el Perú están tomando un cariz sanguinario que se traduce en los gritos de “¡Mátenlo, mátenlo…!” de la turba vociferante que estaba destrozando el cráneo de un policía acorralado, pateado, golpeado con piedras y que finalmente falleció.

Hay un manifestante muerto y dos pasajeros, que, sitiados por los que protestaban, no pudieron recibir el auxilio médico que sus enfermedades requerían y dejaron de existir. Los asesinos fueron todos y no fue nadie el asesino…

Protestar y matar. De pronto, las palabras que riman se convierten en una macabra realidad sinónima.

Entonces se busca a los culpables de las muertes y no hay ni un solo responsable.

Se dirá que fueron delincuentes, que hay agitadores, que las huaracas son para la defensa y que el derecho a protestar es constitucional. Se dirán muchas cosas, pero a los que están muertos nada de eso les devuelve la vida. Muertos por protestar, por restaurar el orden, por no ser atendidos.

Están muertos y junto con los heridos son las “casualidades”. Son número, estadística. Antes eran personas y ahora solo son resultados.

Sí, hay derecho a protesta pero no hay derecho a matar.

No se entiende; no se quiere entender que el agua y la tierra no valen lo que un hombre. No sirven sin el hombre. Y cuando el hombre mata a otros hombres, la sangre envenena la tierra.

CAPACES DE TODO


BOCA DE LOBO

La noticia sobre el robo hecho a muchos beneficiarios de los programas sociales “Juntos” y “Pensión 65”, es algo que en el mar de heces en el que nos movemos, no llama la atención. Lo hace, sí, porque es la demostración de que no hay un límite para nada y porque robarles a los pobres más pobres es una aberración que se practica. Y aterra.

Sin embargo ¿qué esperamos de una sociedad donde se abandona a un recién nacido en la basura; donde los hijos matan a sus padres para “heredar” su fortuna; donde el hombre asesina a su esposa ante la mirada atónita y horrorizada de sus hijos? ¿Qué esperamos de una sociedad que ve en la riqueza conseguida como sea, las señales del éxito? ¿Qué de una donde se esclaviza a los niños y se hace que trabajen diez o doce horas diarias? ¿Qué esperamos de una sociedad que no honra al anciano y lo encierra en asilos, arrumándolo como si fuera un mueble inservible?

¿Qué esperamos? Es solo una constatación de que esa horrible lista de hechos execrables existe y es “pan de cada día”.

La tremenda noticia nos conmueve y debería servir no solo para eso sino para cambiar. Aunque no sé con certeza si todavía hay tiempo.

Foto EXITOSA DIARIO

FOTO: EXITOSA Diario.

CALDO DE CULTIVO


CALDO CULTIVO

Atacar los diferentes casos de corrupción, como se viene haciendo con algunos es loable y necesario. Que se investigue y sancione es lo que el ciudadano espera que suceda.

Sin embargo, mientras las condiciones no cambien, estas serán el caldo de cultivo para más corrupción.

Prosperará de diferentes maneras y encontrará los medios para escapar de la vigilancia y a la detección.

Entre tanto exista el desnivel que hay, no se resolverá nada. Estaremos tratando de curar un cáncer terminal con analgésicos.

¿CÓMO SE ATREVEN?


BOLSA DE DINERO

Se atreven porque piensan que todavía queda un poco de impunidad. Están seguros de ello. El dinero compra las posibilidades más increíbles y acalla posibles reacciones vocingleras.

Álvaro Obregón, el general mexicano, decía que nadie resiste un cañonazo de 50,000 pesos. La frase sigue teniendo una triste vigencia para los que creen que todo es comprable.

Vemos por aquí y por allá las reacciones de esta maldita corrupción en el accionar de “autoridades” que se escudan en el anonimato para seguir perpetrando tropelías, que enumeradas, hacen listas interminables.

Se atreven porque creen que “va a pasar la ola” y que el mar volverá a la calma chicha de siempre donde flota la mierda de la que se alimentan.

Se atreven porque saben que en los más oscuros escondrijos hay “colegas” que, embarrados como ellos, los van a proteger.

Se atreven porque creen que el poder no se acaba; que ni siquiera la sombra de la Justicia los alcanza; que están “asegurados” por ser “indispensables”.

Por eso todavía se atreven y porque todo es lento, paquidérmico, miope, lerdo y confían en ello.

Son difíciles de barrer y se atreven. Hasta que la Verdad los extermine.