
Piélago es océano y plagio es copia (aunque alguien dijera “no es plagio, es copia …”) y este mar que ahoga, invadiéndolo todo sube de nivel imparablemente, al parecer …
Plagio de tesis, por ejemplo, que servirán para obtener títulos académicos inmerecidos y por lo tanto falsos, que devendrán en falsas certificaciones para conseguir puestos de trabajo en los que se rendirá de acuerdo a unos conocimientos ausentes, propiciando el caos general, porque, al parecer, no hay nada que se salve … Según las noticias (“La República” 4.8.2022), un ingeniero norteamericano ha denunciado que dos alumnos de la universidad “César Vallejo”, han copiado (plagiado) su tesis íntegra para incluirla en la suya (sin citar siquiera, por supuesto la fuente o al autor) de ingeniería ambiental …
Los falsificadores pues, son amparados por “instituciones educativas de nivel superior” que se ven “sorprendidas” cuando estos plagios se descubren, pero en realidad lo que sucede es que la pobreza y precariedad de esos entes “educativos” es tal, que no pueden (ni se “dan el trabajo”) de revisar lo que les es entregado para acceder a la titulación …
Y ni qué hablar del plagio de la tesis de maestría del Presidente Castillo y su esposa Lilia, que hicieron y “sustentaron” en la filial cajamarquina de la universidad “César Vallejo”, también (que ya no existe, por no cumplir los estándares mínimos de la educación universitaria) …
Aquí hay una sola palabra que define y explica lo que sucede en este “ámbito plagiarístico” y por desgracia, parece que en todo el país; la palabra es CORRUPCIÓN…
Corrupción que nace en las personas y se extiende por las instituciones, convirtiéndose en una constante corrosiva, hedionda y letal. La vemos en todas partes: desde la pequeña “coima” que se entrega (y es aceptada) para evitar una multa de tránsito, hasta los millonarios “arreglos” que permiten obtener astronómicas e ilícitas ganancias …
Todo parece estar permeado -mejor dicho, inundado- sumergido, por el barro podrido de la corrupción y no nos damos cuenta que lo que hay que cambiar es al SER HUMANO, porque si así no sucede, nada va a pasar …
Empecemos por algo y es por nosotros mismos … La vacuna contra la corrupción y el caos se llama honestidad.
Imagen: https://ichef.bbci.co.uk
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