
“Cantemos, bailemos
Sobre una granada
Hasta que reviente
Agua colorada”
Están en el patio, en la casona de la calle Santo Domingo, en Arequipa, disfrazados para empezar a celebrar los carnavales …
Bailarán y jugarán más tarde en el salón grande, donde la pesada alfombra, enrollada se junta al fondo del salón, con el piano cerrado, para hacerles sitio a las parejas, que, al compás de música alegre y entre risas, disfrutarán hasta entrada la noche …
Ahí están las hermanas: Lucila, la mayor, con un traje a lunares y gorro puntiagudo; mi madre, Tony, de pie al extremo derecho, con lo que creo es un sombrero de copa y al otro lado, Carmela con gorro de arlequín … Están también las primas … Luisa, vestida de gitana, quien que creo es Julita y Alicia. Finalmente hay alguien a quien no identifico, de sombrero con pluma …
Miran desde el pasado, desde la despreocupación fiestera, sin sospechar que nosotros las estamos mirando, desde complicidad fisgona de una fotografía …
Imagen: Foto grupo familiar Gómez de la Torre.
Observan, nos observan, ¿ellas lo saben? Sonríen, eso es lo que importa.
La sonrisa traspasa el tiempo, el espacio y queda brillando como luz, para recordarnos la alegría… 🙂 🙂 🙂