LA FORZA DEL DESTINO


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El operático señor Petrozzi, ministro de cultura, parece estar destinado a meter la pata, además de reiterar la acción y hundirse hasta que las cosas le impidan respirar.

 

A su desafortunada –por decirlo suavemente- decisión de despedir a Hugo Coya, presidente de Ejecutivo IRTP (Instituto de Radio y Televisión del Perú), es la más reciente metedura de miembro inferior del lírico tenor que o es muy tonto, es un topo de las fuerzas naranja (la desbancada bancada de Fuerza Popular, con la que llegó al congreso y de la que formó parte), o en un chivo expiatorio enviado por el presidente Vizcarra al que no le gustó la cobertura del canal que Coya presidía, con respecto a la excarcelación de la señora Fujimori.

 

No lo sé a ciencia cierta, pero la maratón televisiva del señor P, frente a las declaraciones de Hugo Coya en un programa de TV,  dejan a este émulo minus de Carreras y Plácido Domingo –por decirlo suavemente, otra vez- como un fabulador, como alguien que dice lo que no es cierto.

 

Declara ser muy tímido, pero su ego lo traiciona y se hunde  chapoteando desesperado no sé si por cuenta propia o de alguien, convirtiéndose en un notorio personaje,  ese cuyo nombre él ve en las marquesinas del Metropolitan Opera o de la Scala de Milán en sus sueños canoros.

 

Cuando todos defienden al defenestrado, él tenorísticamente se afirma en su ministerial acto, ése que fue publicado un domingo en el diario oficial “El Peruano”, como tendiente a llevar “aire fresco” a IRTP, nombrando otra vez al señor Guzmán, al que Coya reemplazó cuando lo cesaron del cargo.

 

Tozudo el señor Petrozzi, ignora que tirios y troyanos deploran la salida de Coya, el modo en que este fue echado y que unánimemente mencionan su buena gestión frente al Instituto. Él cree y dice ser dueño responsable de sus decisiones como ministro, claro que las decisiones que toma son para llorar o mandarlo, como futbolísticamente se dice, “al rincón de las ánimas”. Bueno, yo, de Vizcarra (a no ser que jueguen en oscura dupla) lo mandaría a la mierda.

 

 

Nota: Al escribir este pequeño artículo, temprano por la mañana del 4.12.2019, el ministro Petrozzi, que ayer homenajeó a quien fuera nuestra compositora Chabuca Granda y diera un discurso que sonaba a despedida, no ha renunciado…

 

 

Imagen: http://www.canstockphoto.es

MILLONES DE MOSCAS NO PUEDEN EQUIVOCARSE.


 

MOSCAS

Se ha interpelado a la Ministra de Educación, lo cual no es sino que ella vaya al congreso a responder a un número determinado de preguntas que previamente le fue alcanzado; después de producidas sus respuestas vino un largo “debate” que en realidad fue un festival de insultos y malos tratos.

 

¿Debate? ¿Con qué se come eso? Parecían ser las preguntas que se hacía  la mayoría de progenitore(a) s de la patria.

 

Pues bueno, fieles a su interpretación aprovecharon cada minuto en que les tocaba hablar para expresar (es un decir) su disconformidad absoluta con la Ministra y su actuación durante la huelga de profesores escolares.

 

La Ministra hizo “mea culpa” y reconoció deficiencias, pero también puso los puntos sobre las íes.  Por supuesto esto último no les cuadró para nada a quienes, como perros guardianes de la “fiscalización” sintieron que la interpelada “no había satisfecho al parlamento”.

 

Pasarán unos días y ya lo adelantaron, censurarán a la funcionaria pública; algunos sugirieron que “dé un paso al costado” para evitarse la censura; en palabras llanas, la van a botar y les parecería bien que se fuera antes de que la boten, para evitarse –y evitar al Gobierno- un papelón.

 

Por supuesto, todo esto de la censura es pura especulación y no se hará realidad hasta que se concrete; pero el ánimo parece ser el de hacer rodar su cabeza y mostrar un Ejecutivo débil al cual se puede vapulear sin mayores problemas. No de otra manera, creo, se interpretaría una censura a estas alturas, porque al dar fuerza a los “argumentos” que los profesores esgrimen para perennizar la huelga se les da completamente la razón (que la tienen parcialmente no hay lugar a dudas): “La Ministra (el Gobierno) tiene la culpa, por eso sancionamos”.

 

Se cita una encuesta donde un 75% del país está de acuerdo con que Marilú Martens deje el ministerio; una mayoría parlamentaria “interpreta ese sentir” y probablemente la Ministra tenga que irse.

 

Es verdad, lo dice la frase, “Coma caca; millones de moscas no pueden equivocarse”.

¿SE FUE CON SUS TUITS A OTRA PARTE…?


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Y ojalá que esa forma de “comunicar” o expresarse públicamente, desaparezca del “estilo” que algunos en el gobierno tienen. Sé que esto es una utopía, porque a nivel mundial los pajaritos azules se multiplican en las “altas esferas”, reduciendo temas que deberían tener opiniones pensadas a impromptus verbales o “ingeniosas” chanzas.

Creo que si este es un ejemplo de “democratización”, el rasero más bajo es el nivel.

En general, el twitter, como se usa, sirve para el cotilleo; para “impresionar” y dar la sensación de agilidad mental, oportunidad y la presentar una actitud de “sabérselas todas”.

Creo que esa no es forma seria de comunicar. No por lo menos de quien aspira a ser creíble y lo primero en un gobernante. “La guerra de los tuits” puede sonar divertida, pero no es sino una sucesión de amagues, aprovechando un medio que definitivamente se hizo para otras cosas.

Si el nivel de la política, repito, está marcado por los tuits, lo mejor sería contratar a un cazador del pajarito azul. No para que lo mate, pero sí para que lo enjaule.

Popularidad” no quiere decir “efectividad”.

¿EL SUPER AGENTE 86?


SUPER AGENTE 86

Todo lo que está pasando, con dimes, diretes, comisiones investigadoras, declaraciones a los medios, especulaciones, negativas, afirmaciones, videos, audios y toda la parafernalia imaginable, no permiten pesar, porque cada facción jala para su lado y quien mete más bulla quiere ser ganador. O tal vez lo desea el que piensa que tiene la sartén por el mango. Como es ya costumbre, asistimos a un “cruce de espadas” donde las chambonadas, una tras otra, saltan a la vista.

Tal parece que esto lo organizara el antiguo “espía” de la TV, Maxwell Smart, tan popular en los años 60.

No creo que la democracia se merezca esto ni las otras cosas que pasan. En realidad no “pasan” y se quedan atracadas en la garganta ciudadana. ¿Por qué tenemos que actuar como republiqueta y portarnos como las patotas del fútbol, mostrando a los demás lo peor que tenemos?

Los mordiscos y patadas voladoras, llenan los medios, rivalizando con la crónica roja. Por lo pronto, lo que sí podríamos tomar como ejemplo del Super Agente 86, es el famoso “Cono del Silencio”. Por lo menos habría menos bulla.

 

GRABACIONES


 

FOTO CORREO

Con el riesgo de parecer que nado contra la corriente, quisiera opinar que frente al “affaire Vilcatoma”, me parece que el hecho que la ahora ex-fiscal haya grabado sus conversaciones con el ministro de Justicia, es algo que linda con métodos que reflejan por lo menos, una actitud premeditada para sacar provecho posterior de una situación.

Si alguien de mi confianza grabara una conversación conmigo, sin mi consentimiento, consideraría que esa persona no es digna de la confianza que yo deposité en ella. Me parece muy grave que todo el mundo se ponga del lado de la abogada Vilcatoma, cuando ella ha transgredido lo más elemental que es la confianza. El tema de las conversaciones y lo que se puede inferir de ellas, no la faculta para realizar ese acto. Si no estuvo de acuerdo con lo conversado, decirlo, denunciándolo era lo correcto. Sin embargo, grabar unas conversaciones evidencia, como ya lo dije, premeditación. Es decir, “me protejo, tengo pruebas y las uso”. Si no estaba de acuerdo debió renunciar manifestando su disconformidad. O es grande su temor a que el poder tergiverse las razones de su salida, si ella así lo hubiese hecho, o existen intereses ulteriores.

Sobre el tema de fondo, que es la corrupción, creo que la Justicia debe decidir; aunque quiero deja bien claro que la corrupción y su protección, vengan de donde vengan, deben ser combatidas y exterminadas. Sin embargo, usar un método que empleaba el corruptor mayor, no me parece digno de un procurador anti-corrupción y sí un poco sospechoso.

 

Fuente foto: CORREO.

UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS


FOTO CARETAS CAJAMARCA

Y no ha sido solo una, sino muchas las que valen más que todas las palabras que tratan de describir el horror de la trágica muerte de Fidel Flores Vásquez en Cajamarca.

Valen más que todas las palabras con que de alguna manera se trata de excusar el hecho. Valen mucho más que las palabras del Ministro del Interior diciendo que no viaja porque “no se dan las condiciones”, diciendo que los deudos vengan a Lima y que él los recibirá en su despacho; diciendo “que lo siente mucho” y que hay gente que quiere usar el tema para producir disturbios y que habría una bolsa para solventarlos, que se quiere “politizar” el caso. Palabras, palabras, palabras…

Ni las palabras ni las imágenes van a devolver la vida a Fidel Flores Vásquez. Unas pasarán y las otras quedarán como testimonio de algo que cada vez es más común en el Perú.

Las imágenes que evidencian que hay un desprecio absoluto por el otro.

Lo tremendo es que así como las palabras se olvidan, estamos acostumbrándonos a ver lo que ante no veíamos y a considerar que son eso, imágenes de algo que sucede lejos; en Cajamarca, en el televisor, en el diario o la revista. Que no alteran nuestra vida.

No basta con renuncias, pedidos de perdón, justificaciones o palabras. No basta con imágenes.

La vida de un solo ser humano vale muchísimo más que todo eso. Y me parece que no hacemos nada. Solo hablar.

 

IMAGEN: Revista “CARETAS”