Tenía cara de que le había sucedido algo malo y se estaba lamentando interiormente. Incluso, cuando estaba solo movía la cabeza de un lado a otro como negando o diciendo “No puede ser…”
Pero eran su cara normal y un tic que nada tenían que ver con los acontecimientos, aunque lo consideraban pesimista y es que hasta cuando sonreía por algo, su sonrisa era fugaz, como de compromiso, medio tristona…
Terminaron por apodarle “Droopy”*, el perro famoso de los cómics antiguos.
*En los cómics en español: “Motita”.
Imagen: http://www.ebay.co.uk
Debe estar conectado para enviar un comentario.