¿SABES «VENDER» TUS IDEAS?


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En publicidad la cosa no es solamente tener buenas, originales ideas, ideas creativas… Hay que darles forma y lo que es importantísimo: SABER PRESENTARLAS.

En vulgar, hay que saber “VENDER” las ideas, lo cual no es lo mismo que exponerlas simplemente; hay que dar siempre esa “vuelta a la tuerca” que haga irresistible a la idea ante los ojos de quien es el público y hay que decir que “público” es una palabra bien general, porque siempre va a haber una variedad de públicos a los que van dirigidas las ideas…

En primer lugar está el director creativo, luego los ejecutivos, planners o directores de cuenta; de ser el caso, hay un comité de gerencia que hace de filtro, luego viene el cliente y hechas las modificaciones, si las hubiera, está el público objetivo, al cual irá directamente lo que previamente se ha expuesto y sometido a lo que llamaría “tamices”.

En cada etapa, repito, no se trata solamente de “exponer” sino, hablemos culinariamente, colocar ají, sal, pimienta o aderezo de manera inteligente, para que el plato tenga un buen sabor; recordemos que cada idea presentada tiene que ser aprobada antes de obtener la aceptación que la llevará al siguiente “público” o nivel, para terminar en algo “redondo” que será recibido y juzgado por un público objetivo que está expuesto a miles de mensajes publicitarios, muchos de los cuales se sobreponen y con quienes debe competir.

Las ideas pueden ser excelentes pero si la forma de presentarlas, de “venderlas”, es floja, naufragarán en cualquier parte de la travesía; claro que siempre es preferible que antes de llegar al cliente la o las ideas mueran o se afinen, mejoren y adquieran un cuerpo casi definitivo, que por supuesto podrá o no variar de acuerdo a la opinión del cliente, porque el producto final es, aunque a veces no se crea, producto de una larga sucesión de ajustes o modificaciones que ya hemos consignado.

Ahora bien, ¿por qué pongo vender entre comillas?
Porque la publicidad no “vende”, expone, atrae y sugiere. Venden los vendedores de tienda en lo que podría llamarse “face to face” con el cliente que finalmente decide si realiza la compra o no, cerrando el proceso.
Pero para facilitar el decirlo, cuando se presenta una idea o una campaña publicitaria hay que exponerla, sí, pero VENDERLA.

Publicado en codigo.pe 20.9.2019.

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A DESACTIVAR


A DESACTIVAR

La multiplicidad de blogs no significa tener muchos más lectores.

La lección se repitió con cada blog que sumé al original y la creencia (que sigo sosteniendo) acerca de que la política y el acontecer nacionales no interesan mucho fuera del país y que los lectores en el Perú son un número reducidísimo o totalmente nulo, hicieron que desistiera de seguir con “eltigredepapel”, dedicado a ese tema y que, salvo el original y antiguo “manologo”, mis otras aventuras blogueras (“jacuzzi martínez”, “de la máquina de escribir de manolo echegaray” y “franco d´terioro”) han, evidentemente, naufragado.

 

No es fácil reconocer que uno se equivoca, pero creo que llegó el momento definitivo para mí y salvo “manologo” (este blog), estoy desactivando los otros; es decir, desapareciéndolos aunque conserve el archivo de las entradas que hice en cada uno.

 

Es mejor concentrarse que dispersar y aprender, porque como he dicho siempre, que el problema no está en errar, sino en no sacar de los errores consecuencias positivas. Por lo tanto aquí queda “manologo” para los que lo leen casi siempre (que es por cierto un número distinto y menor al de los seguidores).

 

Pido disculpas al poco público lector de los otros  3 blogs, pero como por lo general son lectores de “manologo”, agradezco su paciencia.

 

Nada más y que tengan un buen fin de semana.

Manolo.

 

Imagen: http://www.pinterest.es

CLAVEL EN LA SOLAPA


CLAVEL EN LA SOLAPA

A Santiago le dieron instrucciones y le dijeron que al contacto lo reconocería por un clavel en la solapa y le dieron la hora del encuentro y el lugar: una plaza que a la hora indicada estaba siempre llena de gente que paseaba gozando del fresco de la casi noche.

 

Le tenía que entregar el paquetito que guardó, sin atreverse a abrir y fisgonear, en el bolsillo de su saco; el problema era que pensándolo bien, no creía saber cómo era un clavel y buscó en Internet hasta que aparecieron muchísimas imágenes de muchísimos claveles rojos, blancos, bicolores o teñidos artificialmente de azul, por ejemplo…

 

Ya sabía cómo era el clavel y ahora… ¿De qué color sería el del contacto?; bueno seguramente sería raro alguien con un clavel en el ojal, era cosa de estar atento…

 

Fue al lugar acordado y disimuladamente, con el paquetito en la mano, metida en el bolsillo del saco, se paseó entre la gente, mirando sin ver ningún clavel e incluso muy pocos sacos, porque el aire fresco no espantaba del todo el calor…

Juan miraba y miraba. Era el lugar: la plaza, la hora indicada: las seis y media de la tarde, pero no había casi nadie con saco, ni con un clavel en la solapa. El contacto tendría un clavel en la solapa del saco y le entregaría el paquetito con la “merca”, que le habían dicho cuidara porque era oro en polvo: es que la verdad era su primer “pase” y no quería fallar. El problema fue que no había ningún clavel y poquísimos sacos, porque a los dos les dijeron que el otro llevaría un clavel en la solapa.

 

Imagen: http://www.pinterest.com