DURA UN POCO MÁS DE 41 MINUTOS, PERO ESTE DOCUMENTAL ME PARECE ALTAMENTE RECOMENDABLE E INTERESANTE. EL TÍTULO DE ESTA ENTRADA AL BLOG NO ES EL DEL DOCUMENTAL, PRECISAMENTE, PERO HACE UNA PREGUNTA QUE ES CLAVE RESPONDER.
Gracias Youtube.
DURA UN POCO MÁS DE 41 MINUTOS, PERO ESTE DOCUMENTAL ME PARECE ALTAMENTE RECOMENDABLE E INTERESANTE. EL TÍTULO DE ESTA ENTRADA AL BLOG NO ES EL DEL DOCUMENTAL, PRECISAMENTE, PERO HACE UNA PREGUNTA QUE ES CLAVE RESPONDER.
Gracias Youtube.
Al abrir los ojos lo único que vio era un color crema.
Parpadeó pero el color seguía allí y entonces no supo qué pasaba; no sabía si estaba dormido y ra un sueño o qué.
Sus manos al tantear, casi por instinto, tocaron lo que parecía ser un fierro: frío y delgado.
Entonces oyó la voz: “No se asuste. Tuvo un ACV y ahora no ve, está en la clínica; yo soy el médico, aquí están su madre y su esposa. Tranquilo. No ve, pero va a pasar…”
Se acordó del sonido de la sirena que fue lo último que escuchó antes de oír la voz. Todo era un solo color crema, como si mirara una pared: movió los ojos y la cabeza pero el color seguía allí, atrapándolo. Como si estuviese en un lugar donde sólo existiera el color crema.
Estaba en una cama, en un hospital o una clínica, no veía, había un médico y allí estaban su esposa y su madre, pero no veía o mejor dicho, la maldita barrera crema no lo dejaba ver.
Volvió a escuchar la voz, que ahora sabía era la del médico: “Tranquilo, descanse…”, y la voz conocida de su esposa: “Aquí estamos…”
Sí, estaban; él también estaba pero todo lo que veía era un color crema.
“Estoy ciego…” pensó y algo se derrumbó de pronto dentro de él.
Imagen: sp.depositphotos.com
Hoy he tenido una certeza, tal vez sin importancia, pero que al parecer resuelve algo que siempre me decía y usaba con otros como broma: parece que no me quieren arriba ni abajo y por eso me mantienen aquí.
Me explico, porque dicho así, fuera de contexto, lo más probable es que no se entienda: después de cuatro infartos al corazón y tres ACV´s (que se dicen infartos) al cerebro y luego de secuelas que se tradujeron en ceguera temporal (4 meses), hemiplejia lateral derecha (tres meses) y las complicaciones subsiguientes, sigo aquí, casi recuperado cerca de ocho años después del último episodio, viendo peor y mucho menos que antes, cojeando un poco y con ciertos dolores musculares pero vivo y con el cerebro, al parecer intacto en cuanto a las funciones que regulan el ser y el existir.
No es que me haga la víctima y pido disculpas si al repetir las cosas que han pasado eso es lo que parece; en realidad el recuerdo solo sirve para contextualizar el que haya tenido esta certeza que de pronto se abrió paso y entendí que contar estos avatares sirve como humilde testimonio para los que piensan que lo que les sucede es lo peor y que no hay ninguna salida.
Imagen: rozitahchavez.wordpress.com
Imagen: Lycos.
Eran casi las cuatro de la mañana cuando me despertó el timbre del teléfono celular (sí, ése por el que no podía llamar gracias a la «eficiencia» de Telefónica). A ésa hora una llamada suele asustar.
Respondí y escuché una voz agitada y llorosa que me decía que le habían encontrado droga y que por favor le ayudara. Hablaba entrecortada y atropelladamente. Yo, que tenía una reunión a las 9.00 con un amigo que llegaba del extranjero, me sobresalté. Todo puede pasar en un aeropuerto…
Terminé de espejarme y pensé rápidamente (siempre con la mente puesta en mi amigo) que la droga SALE del Perú, pero no ENTRA. Fué entonces cuando el desesperado interlocutor me dijo que había un mayor que le ofrecía un «arreglo» y de inmediato me pasó a alguien que con voz autoritaria se presentó como el mayor X , de la comisaría de Monserrate y me preguntó quién era yo.
Despierto totalmente, le dije que no entendía qué tenía que hacer ésa comisaría con el aeropuerto. Cerré la comunicación y apagué el celular.
El sueño se había ido y comenté el incidente con Alicia.
Claro, habían tratado de estafarme seguramente. Yo leí hace algún tiempo sobre el tema y los pedidos de compras de tarjetas telefónicas para transferir saldos como «arreglo» y mi cerebro, con la información y los datos que tenía, procesó y encendió la luz de alarma.
Actué casi en automático, gracias a la información y a un procesamiento veloz y correcto. Gracias a ésa maraviilla llamada cerebro y a la que damos tan poca pelota. Tan poca que un deporte bastante popular consiste en golpearlo repetidamente hasta que el idividuo quede «groggy» o «knock out»; es decir, se desoriente totalmente o pierda conciencia.
A mi me salvó de ser estafado, a otros los salva de morir. Produce sinfonías, novelas, pinturas, películas y cuanta cosa existe. Produce magia. Y hay personas que buscan destruir su propio cerebro. Buscan elimiar su yo. No lo entiendo.
Escritora, redactora y editora del lado infra literario opuesto a la revistilla del montón* - palabras de René Wellek y Austin Warren en su obra " Sobre la Teoría Literaria". Editora en el sitio Masticadores Sur
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Hola, este sitio solo es para practicar asi que si se publica algo tomelo como humor
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