CONFETTI


CONFETTI

Parecía fiesta porque del cielo caía una lluvia de papelitos recortados que el viento hacía volar y caían cubriendo la vereda; Diego, curioso, miró hacia la ventana alta de donde provenían y vio a un hombre viejo que sacudía una bolsa mientras reía…

 

El loco había recortado los billetes que tenía guardados debajo del colchón y los tiraba desde la ventana, pequeñitos y libres esa tarde de junio.

 

Imagen: es.dreamstime.com

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NÉCTAR DE DIOSES


yo tomando cafÉ

Mi amigo Santiago con su hijo Rodrigo vinieron el otro día de visita y trajeron café: dos bolsas de color rojo, metalizadas, de café sin marca alguna y que Santiago me dijo provenían de Villarrica, zona peruana que se precia de producir un café exquisito.

cafÉ villarrica

 

Yo tenía un café “normal”, preparado con el café molido “para pasar” que venden en las tiendas bajo una marca comercial muy popular y fue lo que tomamos, porque quedaba más de media cafetera llena y para tener listo y tomar el que Santiago y Rodrigo amablemente trajeron, se necesitaba tiempo, descartar el café “de marca” y luego, lavada y secada la cafetera, poner el nuevo café, el agua y encender la máquina de hacer café (la cafetera, pues) esperando a que el agua hiciera su trabajo al calentarse y pasar gota a gota por entre el grano molido de prometedor color “café oscuro” (pongo “café” como color en lugar de “marrón”, porque a nadie se le ocurriría la existencia un café color violeta y el decir “marrón”, en el caso del café, me parece muy simple y sin magia); el “rito” de pasar el café toma su buen rato y francamente una charla entre amigos, sin café, es algo que por lo menos yo, no puedo concebir, bebedor de “café conversado” desde siempre…

cafetera

 

Conversamos pues, bebiendo el café “de marca” que había y cuando después de una mañana de conversa Santiago y Rodrigo se despidieron, yo me quedé pensando en que tenía casi media cafetera llena y dos bolsas ahí, sobre la mesa de la cocina, llenas de ese café molido sin marca, que prometía durar, porque en casa solo tomamos café Paloma, los amigos que a veces nos visitan y yo; para decirlo francamente, no lo pensé mucho y el café “de marca” que estaba ya preparado fue a dar al desagüe vía el lavadero y di los pasos necesarios para que el almuerzo terminara con el café de Villarrica, que en cuanto abrí la bolsa exhaló un aroma maravilloso que me hizo recordar a cuando yo era chico y mi padre traía a casa el café recién molido que compraba en el centro de Lima…

 

Aunque suene manido, diré que valió la pena esperar porque –sin desmerecer para nada el almuerzo preparado rápidamente por Paloma- fue un verdadero premio el café de la bolsa roja metalizada, el sin marca, el de Villarrica, el que Santiago y Rodrigo nos trajeron de obsequio; es desde ese día que nos venimos “premiando” y ya solo queda una bolsa porque aunque diariamente solo seamos dos los “cafeteros”, consumimos bastante.

 

Y aquí, para acabar, una anécdota que creo ya conté, pero que viene a cuento: Alicia me decía siempre que tomaba mucho café y que eso no era bueno para la salud; una vez, en el médico, en presencia de ella pregunté cuánto café podía tomar y “confesé” que bebía de cuatro a seis tazas por día: miró sus papeles el médico, levantó la vista y me dijo: “Hmmmm…, cuatro infartos al corazón, tres al cerebro, hipertenso… Bueno, de algo se tiene que morir uno…”; es así que desde entonces me considero afortunado porque tengo al menos una certeza…

 

Alicia, no imaginas lo que te estás perdiendo…   

LA MARIPOSA BLANCA.


WWW. taniga.net

Hay días en los que algo hace que la tristeza se vaya por un rato y es precisamente de eso que me ocurrió ayer, quiero contar; por correo electrónico me enteré de la triste noticia que anunciaba el fallecimiento de Iván –“Pipo”- Rivera que fuera amigo y compañero de clase en el colegio desde el 52.

 

El recuerdo de Iván me lleva a las clases en las que el aula se dividía en “Roma y Cartago” con sus banderas respectivas –una azul y otra roja- en competencia diaria, con puntos que se iban anotando en la pizarra y que decidirían al ganador al terminar el mes; lo estoy viendo sostener la enseña victoriosa y sonreír, modesto y contento.

 

Iván Rivera Flores, el amigo entrañable que fue algún tiempo después Ministro de Industrias, trabajó en el Banco Mundial; el “Pipo” buena gente, el que enseñaba medio año en Washington en la universidad y el otro medio en Lima; el que pese a sus dolorosas diálisis, creo interdiarias, era el Iván de siempre reflexivo y certero , el mesurado.

 

Estuvo a visitarme hace como tres años, cariñoso, preocupado él por mi salud, como si para él fuera lo más normal vivir con sus dolencias que siempre vi más grandes que las mías y que usé muchas veces como el mejor ejemplo de entereza; al despedirse me dijo “nos veremos de nuevo cuando vuelva de Washington para seguir charlando”…

 

Ayer, a la hora del almuerzo, cuando voló, entrando por la puerta-ventana abierta una mariposa blanca, de inmediato pensé que era Iván y que me hacía el honor de venir hasta aquí a despedirse; luego salió como había entrado y se perdió, volando; ¡adiós Iván, feliz vuelo!: saluda a los amigos allá por los luceros y recuerda que todos por aquí te queremos mucho.

¡Gracias por ser amigo!

 

Imagen: http://www.taringa.net

 


 

SILENCIO


 

Silencio 2

Luego de una semana se fueron la algarabía, las risas, las preguntas curiosas y las palabras que sonaban tan raras, por adultas, en la boca de un niño.

Ayer, nuestra hija menor y nuestro nieto regresaron temprano a Buenos Aires, para dejarnos los aires buenos de su corta estadía y eso que ahora pesa: el silencio.

Cuando la bulla está, a veces se reniega. Cuando falta, se extraña. Curiosamente ayer salió el sol pero hizo frío. Para mí fue una despedida. Se fueron pero regresarán por Skype y teléfono; no va a ser lo mismo, pero es lo que hay.

EL VINO DE LA AMISTAD


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¡Qué grato disfrutar de un buen vino, sobre todo si este es añejo!  He saboreado y gozado de un rato que me pareció corto y que supuso revivir, como flashes amables, momentos de la vida que creí ya olvidados.

Cuatro amigos vinieron de visita y realizaron la magia de agitar los recuerdos. No tomamos ni un trago y sin embargo compartimos el vino más exquisito que se puede encontrar: la amistad. Compartimos recuerdos y momentos, evocamos imágenes y barajamos fechas.

De pronto, el tiempo retrocedió poblándose de risas y de anécdotas y buscamos entre los pliegues de la memoria las cosas que tal vez ya habremos contado, pero siempre parece que son nuevas.

Es curioso: los calendarios cambian pero no percibimos el paso de los años porque somos los mismos que éramos entonces; cuando jugábamos al juego de ser profesionales y nos faltaba el tiempo y nos sobraban ganas.

Qué hermoso reunirnos y compartir de nuevo el vino milagroso de una amistad que sigue demostrando que es más fuerte que el viento que produce la vida que se sucede rápida y sin treguas.

¡Qué bueno es este vino que es nuestra amistad! Qué bueno que vinieran y habláramos de todo: ¡gracias por los recuerdos compañeros de viaje en J. Walter Thompson!

Mi alegría  es la misma que he tenido siempre al cruzar esa puerta de entrada que he sentido y siento como la de mi casa.

NOS ESTÁN OBSERVANDO…


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Los líos y desmadres que suceden en esta pelota que gira en el espacio y que se llama Tierra, estoy seguro  interesan desde hace centurias, tanto como las agitaciones de una colonia de hormigas para el hombre común, a otras inteligencias totalmente distintas de la nuestra.

Nos observan de lejos y quizá ya enviaron misiones para vernos de cerca y comprobar lo extraños que somos.

El astrónomo de la noticia citada, calcula que en 25 años más o menos conoceremos algo de vida extraterrestre. Eso, claro, si nuestro planeta sobrevive a las aceleradas locuras de los hombres y no sucede pronto que el fuego nos consume como dicen que hizo con Sodoma y Gomorra; cada vez nos acercamos más a que alguien diga “¡basta!” y acabe con la Tierra, sus pasiones, sus guerras, sus recuerdos…, si es que nosotros mismos no la hemos destruido antes.

Sí, nos están mirando y debemos ser el hazmerreír del Universo: duraremos lo que dure una risa.

 

Astrónomo del SETI: conoceremos vida extraterrestre dentro de 25 años.

SANTI  ARAUJO

De:   ALT1040

“La posibilidad de que exista vida extraterrestre lleva alimentando la imaginación de los seres humanos desde hace mucho tiempo. Los avances astronómicos que se han conseguido durante este siglo son increíbles, permitiendo conocer más datos del Universo. Un astrónomo del instituto SETI asegura que encontraremos vida inteligente fuera de La Tierra dentro de 25 años, basándose en la información que conocemos actualmente sobre planetas capaces de albergar vida.

Actualmente, el 1% del Universo que conocemos podría albergar vida. Puede que esa cifra parezca pequeña, pero si consideramos el tamaño total del mismo, nos da como resultado un gran número de posibilidades. Sobre esta teoría se apoya Seth Shostak, astrónomo principal del instituto SETI (Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre), quien afirma que conoceremos algún tipo de vida alienígena antes de un cuarto de siglo.

Esta teoría cobra más fuerza si pensamos en todas las formas en las que un planeta puede considerarse habitable, ya que no tiene que ser exactamente como la Tierra. Shostak afirma que el tipo de ciencia de la que está hablando no se basa en la idea de construir una hipótesis para refutar esta idea, todo lo contrario, está diseñada como un medio para explorar el potencial de lo que podría ser.”