FUE AYER Y NO ME ACUERDO


La frase que es el título de una novela de Jaime Bayly, parece que es lo que ha dicho, entre otras cosas, el tocayo del novelista-periodista, señor Jaime Yoshiyama, en una entrevista telefónica que le hiciera en Miami, ayer para el programa “4° Poder” de América TV, Anuska Buenaluque.

 

Cuando el señor Yoshiyama habló sobre los fondos (en primera, USA $ 800,000) que como aporte para la campaña política del 2011 de la “Señora K” “alguien” puso y negó enfáticamente que procedieran de la hoy cuestionadísima y delictivamente confesa empresa brasileña Odebrecht, manifestando que fueron entregados a él “en secreto y efectivo”, al parecer en varias “armadas”  por don Juan Rassmuss Echecopar, multimillonario peruano de perfil absolutamente bajo con negocios principalmente en Chile y   en otros varios países entre ellos Perú y Paraguay.

 

El donante quería permanecer en secreto, anónimo, y su aporte tenía el objetivo de apostar por el modelo económico vigente en Perú, amenazado por las ideas del candidato Nacionalista, opositor a la “Señora K” en el año 2011, comandante EP (r) Ollanta Humala; nada extraño hasta aquí, sobre todo porque el financiamiento privado de partidos políticos, en el país, no es ilícito (por lo menos hasta ahora) y es una práctica común, peligrosa por el origen del dinero aportado, pero común…

 

Lo extraño es que el secreto ofrecido mediante palabra de honor por el señor Yoshiyama era tan secreto que ni la “Señora K”, ni los parientes más cercanos de los señores Rassmuss y Yoshiyama supieron nunca nada, hasta que muuuuuucho tiempo después, el “secretoguardante” decidió revelar el arcano y lo hizo nada menos que en la tele, por tele(fono) hablando en Miami, ciudad donde fue sometido a una operación ocular que le requiere no viajar y quedarse en el país de América del Norte…

 

Sobre el origen de ése dinero que sospechan “odebrechtiano” develó la incógnita y le pasó la pelota a un muerto: es que el señor Rassmuss, presunto aportante, ha fallecido.

 

¿Pero por qué esperó a que la “Señora K”, lideresa de su partido político, estuviera detenida (presa) con “prisión preventiva” – dictada por la Justicia- que dura 36 meses y ya hubiera pasado ya unas buenas (malas) semanas “a la sombra”? ¿Por qué esperar que estuvieran igualmente a la sombra varias personas y su propio sobrino tuviera “impedimento de salida del país”?

 

Sin duda su moral samurái le impedía revelar el secreto prometido y romper la palabra dada, pero el señor donante (de dinero) ya estaba muerto…;  claro, lo hizo, contó,  pero hay un pequeño detalle con el uso del tiempo y también con la afirmación de que recibió más plata del muerto, cuando este ya estaba… muerto, porque “lo acordaron antes” pero no recuerda el monto.

 

Toda esta historia tiene gran cantidad de actores, de capítulos, de tramas y sub tramas; está llena  de notas a pie de página y no se conoce el índice que reúna los capítulos al parecer innumerables.

 

Recuerdos abundantes, pero con algún faltante: como que no cuadra, como parece que tampoco cuadran las cuentas que son materia de esta historia; algo así como “las cuentas del Gran Capitán”.

Imagen: solonoticia.com

 

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TODO SE VE Y SE OYE


TODO SE VE Y SE OYE

El Gran Hermano de Orwell está por aquí hace tiempo, ubicuo, omnividente y a la escucha.

 

Nos mira, oye y sabe sobre nosotros más que nosotros mismos.

 

Colaboramos entusiasmadamente con su conocimiento.

 

Es un monstruo todo ojos y oídos con una sola boca que sonríe atractiva.

 

Pasa por invisible para la mayoría pero cuando por casualidad se le vislumbra produce miedo.

 

Tiene nombres inofensivos y hasta simpáticos.

 

Parece un buen vecino que riega su jardín.

 

Se mueve sin dejarlo, pero su rastro son las manchas de sangre.

 

Siempre viaja montado en la tecnología.

 

Si te viene a buscar… ¡no abras la puerta!

EL VOLCÁN KRAKATOA NO ESTÁ EN HAWAII


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Siempre, los locutores de noticieros en televisión sorprenden. A veces narrando algo que es una verdadera primicia y otras demostrando un desconocimiento de lo que comentan (y evidentemente ponen de su cosecha), que pasaría si es que no viniera de comunicadores que tienen la responsabilidad de informar. Lo que sucede es que el televidente que no conoce sobre el tema, se queda con una idea equivocada. “Pasa en las mejores familias”, se dirá como excusa, pero aquí las excusas salen sobrando y una vez metida la pata, las consecuencias pueden ser incalculables. No exagero, porque la frase “lo dijeron en la tele” demuestra el poder que sobre muchas personas tiene el televisor como medio de información, conocimiento y diversión. Para gran cantidad de gente, lo que allí se dice no solamente es creíble, sino una verdad.

En un noticiero de señal de cable, de un canal de noticias, al comentar la noticia de las erupciones en Chile, el locutor le comentaba a la chica, locutora también, con la que comparte el programa, hablando de erupciones que destruyeron ciudades, la de Pompeya y la del volcán Krakatoa, “en Hawaii”, dio muy serio y siguieron con el tema y después pasaron a otras notas.

Digo yo; si cometen un error así, ¿cómo puedo creer que no se equivocan en otras cosas?

Este mismo locutor se equivocó varias veces y cambió una palabra por otra, lo que atribuí a que “no había calentado lo suficiente”, porque era el inicio del bloque; pero parece que no y es simplemente falta de (oficio, preparación).

Ya escribí alguna vez sobre esto y revisando, se trata del mismo locutor; en esa oportunidad me pareció “primarioso” y opiné que los canales debían tener más respeto por su audiencia y no soltar al aire a calichines. Me reafirmo.

Por si acaso, el volcán Krakatoa no queda en Hawaii; inclusive, hay una película de fines de los años sesenta que se llama “Krakatoa al este de Java”, con Maximilian Schell; y si no me equivoco, Java, la isla que está entre las islas de Sumatra e Indonesia, en el estrecho de Sonda, no queda cerca de Hawaii.

¿Qué hubiera dicho Emilio Salgari de esto?