No sé si cuando se lea esto ya habrán encontrado al señor.
Denunciado por todas partes, reclama su inocencia a través de los medios y se queja desde “la clandestinidad” que ya lo condenaron sin juzgarlo y que lo “tratan peor que a un asesino”. Mientras tanto el señor ha “desaparecido” y la búsqueda hasta encontrarlo, resulta “infructuosa”.
Mucho entrecomillado para algo que no sucede cuando de otros se trata y no vamos a decir que hay contubernio, pero algo extraño pasa. Tal vez “lenidad” sea la palabra adecuada, pero el hecho es que el señor “no es habido” a pesar que dicen remover cielo y tierra.
Adujo “persecución política” cuando el asunto es claramente penal; no es mi intención hacer cargamontón sobre los que debieran atraparlo ni tampoco decir que en este caso, la Justicia es injusta. Mucho “rabo de paja” debe haber y la fila de implicados es harto numerosa.
Otra vez somos testigos de la transformación de un pulpo en hidra y salvo las palabras y promesas, el barullo y todo lo demás, lo que sucede es nada.
“No es habido” el señor y mientras tanto, los hilos que se mueven por detrás, denuncian una actividad poco inocente en la que se coluden impensadas personas.
¿Es que va a vencer otra vez el mal al bien?: no hay que ser mal pensadosporque a sus “habilidades”, él mismo, las considera lícitas.
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