EL SEÑOR NO ES HABIDO


SHERLOCK

No sé si cuando se lea esto ya habrán encontrado al señor.

Denunciado por todas partes, reclama su inocencia a través de los medios y se queja desde “la clandestinidad” que ya lo condenaron sin juzgarlo y que lo “tratan peor que a un asesino”. Mientras tanto el señor ha “desaparecido” y la búsqueda hasta encontrarlo, resulta “infructuosa”.

Mucho entrecomillado para algo que no sucede cuando de otros se trata y no vamos a decir que hay contubernio, pero algo extraño pasa. Tal vez “lenidad” sea la palabra adecuada, pero el hecho es que el señor “no es habido” a pesar que dicen remover cielo y tierra.

Adujo “persecución política” cuando el asunto es claramente penal; no es mi intención hacer cargamontón sobre los que debieran atraparlo ni tampoco decir que en este caso, la Justicia es injusta. Mucho “rabo de paja” debe haber y la fila de implicados es harto numerosa.

Otra vez somos testigos de la transformación de un pulpo en hidra y salvo las palabras y promesas, el barullo y todo lo demás, lo que sucede es nada.

No es habido” el señor y mientras tanto, los hilos que se mueven por detrás, denuncian una actividad poco inocente en la que se coluden impensadas personas.

¿Es que va a vencer otra vez el mal al bien?: no hay que ser mal pensadosporque a  sus “habilidades”, él mismo, las considera lícitas.

 

 

¿ALGUIEN DIJO «¡BASTA!»?


BASTAMAFALDA.

Ojalá así sea y las cosas mejoren.

Estamos cansados de vivir en el borde y a eso parece colaborar todo: asaltos, delincuencia, “política”, farándula, vida “social”, los medios, el resquebrajamiento de las instituciones… Todo está de cabeza, patas arriba y parece que cuando nuestra brújula marca al norte es porque hay un imán atrayendo la aguja y nos engaña.

Ojalá que este “¡basta!” sea colectivo y logremos por fin mirar hacia todos los lados sin encontrar abismos. Ojalá que este “¡basta!” no solo encuentre eco sino llame a la acción.

Es tiempo creo yo, de reaccionar e impedir que se sigan aprovechando de nosotros, la multitud de “vivos” que sonríen para hacernos creer que no ha pasado nada.

¡Basta!” se escucha en medio de una población cansada de recibir más de lo mismo una y otra vez. Que el grito no se apague, crezca y se lleve, como agua furiosa, las inmundicias de este establo de Augías en que han convertido a mi patria.

MANO DURA O MANO BLANDA


Mano derecha abierta

En realidad, lo efectivo pero difícil de obtener es una mano justa. Uno u otro extremo resultan nocivos por exceso o lenidad y cuando se reclama “mano dura”, lo que se debería pedir es que la verdadera justicia actúe y que la ley impere. Y esta, hacerlo.

La justicia debe ser imparcial y castigar o no de acuerdo a normas que todo el mundo conoce y demostrar así que para ella no valen triquiñuelas ni trampa.

La justicia que tarda no es justicia. Si la justicia se vende y se compra es comercio. Por desgracia vemos que muchas veces la justicia se vende y ante nuestras narices se tuercen sus principios; se compra la justicia para garantizar impunidad.

El miedo, la corrupción, el amedrentamiento se han vuelto algo común; es entonces cuando la justicia no es justa sino un sainete dedicado a entretener al público, a llenar ciertas arcas y a permitir que lo que es evidentemente malo se pasee y se luzca sin ninguna vergüenza.

No es con “mano dura” sino con “mano justa” que vamos a salir de este atolladero.

AMPAY ME SALVO Y SALVO A TODOS MIS COMPAÑEROS


AMPAY ME SALVO

Jugábamos cuando niños y era todo más fácil. Era un tema de solidaridad; de pronto una solidaridad interesada, porque lo que importaba era ganar. Sin embargo, jugando, practicábamos inconscientemente eso que ahora falta.

Falta cuando no se cede el asiento en un micro a alguien que a simple vista lo necesita. Falta cuando se toca la bocina en la esquina de un hospital, porque se nos hizo tarde, queremos llegar y los carros “no avanzan”. Falta la solidaridad en este “país de emprendedores” donde cada uno solo se mira a sí y no le importa el o lo que pasa.

La solidaridad que es el nombre declarativo de un partido político, no parece estar muy presente en el Perú. Nos “solidarizamos” por Facebook e “in péctore”, «nos solidarizamos» para encubrir a otros y a nosotros mismos,  pero  a la hora de los loros, cada uno toma su camino y ni mira a los lados.

Es que cada uno tiene su propia preocupación” es el argumento y eso nos hace, no un país, sino 30´000,000 de islas que flotan en la niebla.

 

 

 

 

PREOCUPACIÓN


PREOCUPACION

Desasosegar, intranquilizar, ansiar, inquietar, alarmar, recelar, angustiar, obsesionar, afligir, ofuscar, desvelar, impacientar.

Si bien la palabra preocuparse tiene muchos sinónimos, la manera mejor de solucionar algo es ocupándose de ello.

Hacer las cosas. Lo que muchas veces no hacemos, pero decimos que “estamos preocupados”. Aunque siempre se diga con sana intención, me parece mucho mejor enfrentar el problema que sea para dar una solución, que intranquilizarnos, afligirnos, desvelarnos o hasta impacientarnos. Decir “me siento preocupado” es demostrar angustia o ansiedad ante algo que estaría mejor si nos ocupáramos de él.

Las palabras expresan muchas veces estados de ánimo. Lo malo es cuando se quedan solo en palabras y las acciones que deberían venir a continuación, brillan por su ausencia.

Así la preocupación por lo que está sucediendo en el Perú con la corrupción, la delincuencia y el desmoronamiento de lo construido por la sociedad con esfuerzo, necesita de acciones certeras que borren la incertidumbre, la zozobra y la aflicción que se experimenta. Por lo menos, yo me siento harto de esas “pre-ocupaciones” que mucho prometen y casi nada cumplen.

Es tiempo de pasar de las palabras a los hechos sin más vacilaciones; el Perú no puede ser un país de dudas porque serlo nos está llevando a donde no se regresa. Y eso es desasosegante, intranquilizante, inquietante, alarmante y angustiante.

 

 

¿JURAMENTO HIPÓCRITA?


Los médicos hacen el llamado “Juramento Hipocrático”:

FUENTE  FOTO www.radiolabeta.com

 

Los médicos no son “cualquier cosa” pero los pacientes tampoco. Unos echan la culpa al Estado y el Estado a ellos. Al final los perjudicados totales, son los pacientes. Perjudicados hasta la muerte.

 

FUENTE FOTO: http://www.radiolabeta.com