PEQUEÑO DESCANSO


 

Hasta el próximo jueves.

Una semana de descanso para que leer no sea aburrido.

¡Hasta entonces!descanso

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LAURELES DEPORTIVOS


 

Ha Ganado un último lauro. Nada menos que un título mundial de ajedrez.

En la lejana India, una peruana ha logrado lo que es una verdadera hazaña. Lo ha hecho ya a otras edades y aquí en su patria hay una discusión sobre si merece o no los Laureles Deportivos.

Se argumenta que el premio es para personas mayores y ella es campeona mundial sub 20. Es decir que, “legalmente”, no le corresponde un reconocimiento “oficial” por ello.

 

Cuando todo el país la felicita y se alegra de su triunfo, hay voces que dicen que está bien, pero que “no cumple con los requisitos”. Cuando los delincuentes se saltan la ley y salen libres gracias a “leguleyadas” o a jueces corruptos y los ladrones que usan cuello y corbata esquilman al prójimo, sin sanción ninguna,  si se habla sobre ello, se hace en voz bajita, inaudible. Pero cuando una chica por sí sola, consigue triunfo tras triunfo representando al Perú, la ley debe aplicarse, dicen. No tiene la edad requerida para obtener el reconocimiento oficial, dicen.

 

Cuantas Deysis y cuantos muchachos vencen todas las adversidades posibles en busca de ser los mejores en lo que hacen y el que “triunfa” es el tramposo, el que sabe “sacar la vuelta”, el que nunca hizo nada por seguir una línea recta y obtener logros. Vivimos una cultura del facilismo y no importa para nada el esfuerzo. Es mejor copiar que crear. Resulta mucho más rentable mentir que decir la verdad.

Y resulta que cuando alguien merece un reconocimiento “oficial” por su desempeño, por su éxito, “no puede dársele porque hay reglas y no las cumple”.

 

No importa Deysi, el Perú te otorga los Laureles Deportivos.

El Perú de verdad, el Perú de triciclo y mototaxi, el Perú que trabaja aunque sea buscando trabajo. Esos Laureles Deportivos valen mucho más que los oficiales y las ceremonias de premiación con discursos pomposos y llenos de lugares comunes. No sólo mereces eso ahora: mereces que tu vida sea buena, que cumplas siempre tus metas y esperanzas y que sigas sirviendo de ejemplo.  Sirviéndonos de ejemplo. El Perú necesita legiones de Deysis para salir adelante.