
“La luna más grande de Marte tiene un nombre que inspira miedo, “Fobos”. Y en efecto, el nombre es muy acertado para este satélite natural si apreciamos una imagen artística suya sobre la ciudad francesa de Grenoble.
La composición nos recuerda la enorme escala del Sistema Solar en comparación con los principales puntos de referencia de nuestro planeta. Una luna del tamaño de “Fobos”, siendo una de las más pequeñas que orbitan los planetas, es capaz de destruir toda la vida en la Tierra en el caso de una colisión.
Grenoble, la ciudad tan aterradoramente eclipsada por “Fobos” en la imagen, es una urbe de más de 150 mil habitantes con viviendas de tamaño medio.
La representación de “Fobos” forma parte de un proyecto del artista gráfico Ludovic Celle para mostrar a escala al planeta rojo y sus satélites. Grenoble es su ciudad natal.” (Fuente: RPP).
Es cierto, el nombre lo dice todo y esta imagen sobre una ciudad francesa, parte de un proyecto artístico, nos muestra en su tamaño equivalente, la enormidad que hay “ahí afuera” y que por ejemplo, una luna de Marte tiene dimensiones colosales. Hay que imaginarse nada más el tamaño del “planeta rojo”.
Nos hemos acostumbrado a la frase “años luz” sin pensar bien la gigantesca distancia que uno de ellos mide. Olímpicamente, desde nuestra pequeña Tierra, miramos hacia arriba y vemos puntitos luminosos en una noche adecuada y admiramos la belleza del espectáculo que dan las estrellas, sin ponernos a pensar que estamos mirando mundos lejanísimos que a veces ya desaparecieron y que su luz (que es lo que vemos) recién nos llega en un viaje increíble, de siglos tal vez, a través del espacio.
El hombre, desde que apareció sobre este planeta ha mirado al cielo nocturno fantaseando con las luminarias que aparecen, agrupándolas y dándoles nombres conocidos, creando historias: en una palabra, tratando de asir la maravilla.
De pronto para el común de la gente, a alguien, a un artista soñador, se le ocurre ubicar un cuerpo astral sobre su ciudad y nos damos cuenta que el nombre le viene bien a Fobos, pues miedo es lo que se siente al ver esta imagen. Aquí no hay invasiones extraterrestres ni seres amenazantes. Está sola la naturaleza que puede ser terrible visualmente.
Notable esta muestra de “imagen-ficción”. Notable porque despierta el temor a lo desconocido que nos ha acompañado como raza desde que dimos nuestro primeros pasos.
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