¿EL CABALLO ESTÁ LOCO?


EL CABALLO ESTÁ LOCO

Al señor Alan García Pérez lo motejaron durante su primer gobierno como “Caballo Loco”, tal vez por su juventud y los bandazos que daba tanto en lo personal como en lo oficial; el apodo quedó y pasó a formar parte de ese diccionario popular que es, perdonen la redundancia, tan popular.

 

Ahora uno se puede preguntar si es que el señor, motejado así, de verdad está loco por lo que está haciendo o es que el tiempo pasa y es un “Caballo Viejo” que repite los bandazos de su presidencia auroral (o sea la primera) pero con lo que podrían ser consecuencias nefastas para quien dijo ser confidente de Dios y actualmente ha confesado tener “informantes” (o confidentes) en el ministerio público –en público y con micrófonos- aunque luego haya dicho que “retira” la palabra (como si hacerlo la borrara de la memoria colectiva, dejándola impoluta).

 

Pero esa es solamente una de las muestras de lo que podría ser la progresiva falta de reflejos políticos que parece aquejarlo, porque cuando le dieron impedimento de salida del país, con micrófonos y en una “conferencia de prensa” dijo que no era deshonroso para él quedarse en el Perú y unas horas después buscó “asilo político” en la residencia del embajador uruguayo, argumentando ser un “perseguido político”, asilo que luego de haber puesto en problemas a Uruguay, le fue negado.

 

Luego afirmó que no había buscado alternativas de asilo en otras embajadas y el propio presidente de Costa Rica y un periodista lo desmintieron: buscó a los ticos y a los colombianos.

 

Soltó la “bomba” –siempre ante cámaras de tele y micrófonos- de que el gobierno peruano lo “chuponeaba” (actividad de escucha telefónica ilegal, común durante su segundo gobierno) y mostró una camioneta, soliviantó a su “portátil” que maltrató a unos policías que custodiaban SU casa, creando lo que él creyó sería un “casus belli”, e incluyó una llamada a dar explicaciones al congrezoo al Ministro del Interior; el tema se desinfló tanto que no acudió a la primera citación que le hizo la fiscalía, como agraviado, para explicar el caso y en la segunda cita manifestó que las pruebas habían desaparecido.

 

Antes –con cámaras de tele y micrófonos- tildó de “imbéciles” a fiscales, jueces y periodistas “adversos”, pidiendo que probaran las acusaciones que sobre él pesan (iba a poner “pesaban”, pero las acusaciones siguen ahí), si podían hacerlo.

 

Su pérdida de reflejos se une a una megalomanía “alanista” intacta, a la debacle electoral última de su partido político y tal vez al miedo de no controlar como antes al poder judicial y a la fiscalía y al miedo (bis) de lo que puede declarar el señor Barata de Odebrecht.

 

Casi siempre quien no está en sus cabales dice que los demás están locos y no él; ¿es este el caso de Alan García Pérez, que –curiosa y tragicómica coincidencia- lleva el apellido del fiscal que lo investiga.

 Imagenfrenys.com

 

 

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TODO SE VE Y SE OYE


TODO SE VE Y SE OYE

El Gran Hermano de Orwell está por aquí hace tiempo, ubicuo, omnividente y a la escucha.

 

Nos mira, oye y sabe sobre nosotros más que nosotros mismos.

 

Colaboramos entusiasmadamente con su conocimiento.

 

Es un monstruo todo ojos y oídos con una sola boca que sonríe atractiva.

 

Pasa por invisible para la mayoría pero cuando por casualidad se le vislumbra produce miedo.

 

Tiene nombres inofensivos y hasta simpáticos.

 

Parece un buen vecino que riega su jardín.

 

Se mueve sin dejarlo, pero su rastro son las manchas de sangre.

 

Siempre viaja montado en la tecnología.

 

Si te viene a buscar… ¡no abras la puerta!

ALARCONADAS.


 

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Hoy, a las 9.30 de la mañana, el señor Edgar Alarcón, Contralor General de la República se presentará ante la Comisión Permanente del Congreso para hacer sus “descargos” ante las acusaciones que tiene y que el sub grupo presidido por el congresista Marco Arana presentó a solicitud del mismo Congreso en base a sus investigaciones.

 

Los “descargos” del señor Alarcón deberían ser los mismos que presentó ante el referido sub grupo y que terminaron con una recomendación de ser removido de su puesto por 4 faltas graves por lo menos: una repetición machacona.

 

Se aduce debido proceso y se cita un antecedente de sentencia del Tribunal Constitucional para pedir que se presente al pleno, cuando la Comisión Permanente representa a este y ha nombrado una comisión o sub grupo para que acuse (en su representación) de lo que se colige que no sirve de nada la Comisión Permanente ni el sub grupo nombrado, porque según se dice “no TODOS los congresistas” han escuchado al señor Alarcón.

 

Bajo ese supuesto, los peruanos deberíamos ser consultados uno por uno siempre y las leyes deberían ser preparadas y votadas por TODOS, porque los representantes, o sea los congresistas, están por gusto: es el PLENO del país el que tiene que manifestarse uno por uno…

 

De pronto exagero, pero me suena a una especie de pausa benéfica promovida por alguien interesado, que disfraza sus intenciones como el lobo de la fábula se viste de cordero, para que el señor Alarcón haya tenido el fin de semana con la finalidad de “disparar” audios que supuestamente incriminan a miembros del gobierno y que bien escuchados y vistas las transcripciones no “revelan” nada nuevo sino conversaciones normales entre autoridades sobre temas de su competencia.

 

Aunque grabar conversaciones privadas no es delito en nuestro país, hacerlo supone una intención aviesa para posterior uso.

 

El señor Alarcón niega y vuelve a negar que él sea quien graba, pero curiosamente en los audios siempre está él presente y por lo menos uno ha sido pre-anunciado, anunciado y difundido por televisión con el fin aparente de que “todos se enteren” y se habló incluso de una “bomba” noticiosa…

 

Digo yo ¿qué hay detrás de todo esto, además de una persona que se aferra con uñas y dientes a su puesto y declara que “si lo cesan en el cargo” se quedará en la Institución, en una gerencia, porque “es su derecho”?

 

Serán “Alarconadas” o “Alarconeces”?

PEQUEÑO DESCANSO


 

Hasta el próximo jueves.

Una semana de descanso para que leer no sea aburrido.

¡Hasta entonces!descanso

¿CHUPONEO SE ESCRIBE CON CH DE CHISME?


 

Ilustración MOLINA

 

Para muchos esta actividad es una especie de deporte que nutre a los medios de “noticias” que sirven para vender y a la mayoría de los que leen, miran u oyen esas cosas, material de conversación y cotilleo. El tema es ILEGAL.

Nadie puede intervenir, sea en secreto o no, las comunicaciones del prójimo. Si no fuese ilegal, debería estar prohibido por nauseabundo. Sin embargo el asunto persiste y algún medio se jacta de publicar lo que ha obtenido de esta forma dolosa.

Chuponear” a un ministro o a un funcionario cualquiera se hace para sacar ventaja política, económica o personal de algo que el chuponeado y su interlocutor no imaginaban sería escuchado por alguien, un tercero o un cuarto. Es situación distinta cuando la Ley autoriza la escucha. Se sigue un protocolo y se guarda reserva sobre los resultados usándose para fines específicamente legales. Los tales resultados ni se venden ni se airean, sabrá Dios con qué fines.

En el Perú el tema se ha vuelto tan corriente que parece que cierta prensa “destapara” algún caso usando, u ofreciendo los resultados conseguidos por otros a su público. Vuelvo a decir que esto es ILEGAL. El que escucha y el que lo difunde cometen un delito.

Pero no importa nada, “es noticia” (no interesa cómo se ha conseguido) y “el deber de informar” se tergiversa y convierte en un “yo puedo rascar”. Sí, rascar en la basura para dar lo que encuentro.

No tienen el derecho de hacerlo: ni los que “chuponean”, ni tampoco aquellos que difunden. Son las cosas así las que hacen que nuestro país esté como está. Mal, muy mal.

Autor ilustración: MOLINA.

PIRATAS INFORMÁTICOS


Piratas

La existencia de piratas viene de muy antiguo. Siempre ha habido quienes han deseado apoderarse de lo que no es suyo y beneficiarse con ello. Bajo la enseña de una bandera negra con calavera en los mares de antaño y confiando en la sorpresa y rapidez de sus ataques sin bandera alguna hoy, atacan lo que navegue y pueda ser botín. Están también los piratas de carretera, que desvalijan camiones de carga y pasajeros de buses. Quienes “piratean” música. Hay piratas por todos lados. Tenemos “ediciones pirata” en el caso de los libros, “emisoras pirata” en la frecuencia radial que generalmente operan desde el mar (si son grandes) y las que “se montan” sobre una frecuencia conocida y que generalmente son más pequeñas. Finalmente, en una época en la cual la interconexión por Internet es inmensa y sigue creciendo, la piratería informática ha hecho su aparición, desde hace varios años, en busca de fortuna.

Toda clase de piratería es delincuencia y la ley siempre anda tras sus pasos con mayor o menor suerte.

La piratería trata de aparentar que lucha por una buena causa, pero al final la causa es propia y significa dinero o poder. El cuento de Robin Hood que tratan de hacernos creer con algunas acciones, es eso: un cuento.

Hace muy poco, los piratas informáticos anularon momentáneamente el sitio web,  fan page y los correos electrónicos de una empresa amiga, que esforzadamente había ido creciendo hasta que alguien decidió tratar de silenciarla. El ataque fue simultáneo y aunque el autor dejó gruesas huellas, hizo el daño que en este caso le da como ganancia sentirse satisfecho y pensar que eliminando a lo que considera competencia, hará mayores negocios.

Por supuesto que para el delincuente la posible desestabilización de los puestos de trabajo que afectó, debe ser un “daño colateral”, como los muertos civiles en los conflictos bélicos.

Es como si un ladrón se metiera en la casa, aprovechando una ausencia o descuido y no contento con hurtar todo lo posible, rompiera muebles y ventanas para completar su faena. El símil no es lejano, porque lo hecho por este pirata y sus secuaces informáticos es un asalto con violación y destrucción de domicilio. Es un robo vulgar al que el ensañamiento aumenta.

Los piratas, del espectro que sean, deben ser sometidos a la Ley. Especialmente si se creen impunes.