Categoría: China
EL ABRAZO DEL OSO
Ruski le abre los brazos a Veneco y empieza a darle un abrazo de oso que será cada vez más estrecho hasta que a Veneco le falte el aire, se ahogue y Ruski seguirá apretando más y más…
Lo mismo le pasó a Guaguancó hace bastante tiempo y mírenlo ahora; igual sucedió con el Osito Berlinés y ahora todavía se sacude del abrazo que su “primo” le dio y eso que solo fue a la mitad que Ruski apapachó…
“¡Otros tiempos…!” dirán y es verdad, pero las mañas de Ruski permanecen intactas y su ensayado abrazo es cada vez más fuerte aunque el domador original esté momificado y el padrecito muerto; ahora es otra la música con la que Ruski baila y otro el balalaikista pero sus evoluciones aprendidas de antiguo terminan siempre abrazando al que se le pone enfrente y cree lo de la fiesta y el cariño amigable.
¡Pobre Veneco que no leyó la Historia, que no se sabe el cuento del abrazo del oso…!
¿Soltarse de las patas para evitar sus garras? Ruski aprieta y como unas navajas afiladas, de acero, las garras penetran en la carne…
Solo un milagro salvará a Veneco y dicen los que saben que Ruski se pone en secreto de acuerdo con el Dragón Tragón y hay una corte de bichos que los siguen para ver si los compadres dejan despojos regados por los llanos.
Imagen: tallerdedibujos.wordpress.com
UN CHINO EN MI VENTANA
Desde hace como una semana, mientras escribo para el blog, por la ventana entran los ruidos típicos de los escolares que van al colegio, los consejos que algunos padres que acompañan a sus hijos más chicos dan sobre comportamiento y los de quienes apresuradamente van al trabajo; una especie de despertar y desperezarse sonoro de este micro mundo que es el condominio.
Más tarde será algún taladro que se obstina en perforar las paredes de algún departamento, uno que otro martillazo y ciertos días el ruido ensordecedor de la segadora de pasto que lo cubre todo hasta que veo al operario hacerme señas para que cierre la ventana y no se metan las briznas de pasto recortado, fragante y volador al cuarto donde trabajo, leo, mi esposa pinta y almaceno libros, fotos, recuerdos y “containers” que guardan pedacitos de nuestra historia, la que al pasar de casa a departamentos, mudarnos varias veces y reducirnos en “cosas” que tenían su sitio “antes”, hacen que el ahora parezca otro mundo.
Dependiendo del día, regarán el jardín y volveré a cerrar ventanas para que no me rieguen en un descuido y se instalarán los sonidos normales que van a ir cambiando o repitiéndose con el paso de las horas; pero tal como decía al principio, desde hace aproximadamente una semana, a los sonidos mañaneros descritos, se ha adicionado una tempranera, extraña música que va sonando cada vez más fuerte y es indudablemente de origen chino; el contraste con los valses, cumbias, rap, baladas y otras perpetraciones músico sonoras de estridencia variable es inmenso; ¿quién podría, al inicio del día, escuchar a todo volumen “eso” que para los oídos occidentales no educados y poco entrenados en musicología del celeste imperio (que ahora no es celeste y en lo de imperio se pelea con USA y Rusia)? La respuesta es obvia: un chino; así esto sucede a diario, tempranito; pasa caminando frente a mi ventana un padre chino que empuja un cochecito de bebé y lleva algún artefacto sonoro que emite tan fuerte como si este condominio fuera el Madison Square Garden alquilado a un grupo musical de la tierra de la seda.
Supongo al bebé sordo o en acústico entrenamiento para un futuro atronador y en el que reitere la conducta paterna aprendida; algún tiempo después escucho que el chino padre habla (en realidad grita) por teléfono celular (en chino, por supuesto) y otra vez supongo que habla con China y como está lejos y hay mucha gente en el gigante asiático, tiene que gritar, pero después parece que mis suposiciones se van al agua, porque se le une su esposa (china, también) con quien -supongo otra vez- hablaba y a la que le pedía que lo acompañara en el paseo-entrenamiento bébico sonoro matutino, por lo que ella lo alcanza y juntos pasean al bebé, pero resulta que los dos hablan (en chino, pues) a gritos y pienso que tal vez son duros de oído y esto explicaría el volumen tan elevado de los sonidos músicos y fonéticos que escuchan y emiten.
Bueno, es una muestra de la globalización, una especie de crash course de música china, un acercamiento al inicio mañanero de una familia china que ahora está en un condominio, bien lejos de su país y un motivo tan bueno como cualquier otro para que yo pueda escribir algo en el blog.
GATOS CHINOS
Su origen doméstico tiene miles de años de historia y viene desde China; los chinos, que parecen adelantarse a todo, domesticaron a la mascota que es tan popular en nuestros días. Si los egipcios los deificaron, los chinos, prácticos siempre, consiguieron que los gatos se pusieran a su servicio cazando animales pequeños que dañaban las cosechas en las zonas agrícolas y de seguro infestaban sus reservas de grano, principal alimento.
Dice la nota que…:
“Los gatos fueron domesticados por primera vez hace unos 5,300 años en la región de Shaanki, en China, según un estudio recién publicado. Los gatos se acercaron a las antiguas aldeas agrícolas de la región atraídos por animales pequeños.
La prueba más antigua, hasta ahora, de una relación estrecha entre gatos y humanos proviene de los restos de un gato salvaje enterrados cerca de un humano en Chipre, hace unos 9.500 años.
Pero las primeras pruebas de la presencia de datos domesticados son las que se encuentran en el arte de Egipto antiguo hace unos 4.000 años, de modo que se carecía de indicios sobre la relación entre humanos y gatos entre los 9.500 y los 4.000 años atrás.
Los resultados del estudio muestran que la aldea de Quanhucun era fuente de alimentos para los gatos hace unos 5.300 años y que la relación entre humanos y gatos era comensal, ventajosa para los gatos.
Estos gatos ya estaban afuera de los parámetros de los gatos salvajes del Oriente Medio y eran más pequeños, dentro de los parámetros de tamaño de los gatos domésticos, indicó el estudio.
Las pruebas para este estudio provienen de la investigación en China encabezada por Yaowu Hu y sus colegas en la Academia China de Ciencias, quienes analizaron ocho huesos de al menos dos gatos, excavados en el sitio. El análisis de los valores de colágeno en los restos de huesos humanos y animales en el sitio mostró un consumo sustancial de alimentos basados en el mijo, tanto por parte de humanos como de los roedores y los gatos.
La presencia de cuencos y otros recipientes de cerámica muestra el esfuerzo de los humanos para excluir a los roedores de sus reservas de granos.
Otros datos recogidos de la cadena de alimentación de Quanhucun indican que la relación entre humanos y gatos se hacía cada vez más estrecha.
Los datos muestran que un gato comía menos carne y consumía más alimentos basados en el mijo que lo esperado, y eso indica que buscaba su comida entre los humanos o que estos lo alimentaban.
Otro de los gatos había envejecido, lo cual señala que sobrevivió bien cuidado y alimentado en la aldea.
Los estudios recientes de ácido desoxirribonucleico indican que los más de 600 millones de gatos que, se calcula, viven actualmente en el mundo descienden más directamente del gato salvaje del oriente Medio, una de las cinco subespecies del Felis silvestris lybica que todavía se encuentran en Eurasia.
Se señaló que no hay pruebas de ADN que muestren si los gatos cuyos restos se hallaron en Quanhucun descienden del gato salvaje del Oriente Medio.”
Fuente: EFE
PEQUEÑO DESCANSO
VIVIR EL SER «FAMOSO»
A un granjero chino le costó muy caro su intento de tener “un cuarto de hora” de fama.
Presentó el “cadáver” de un supuesto alienígena que había muerto en una trampa para animales salvajes. Publicó en la red unas fotos de su heladera con el “ser” muerto adentro, para “conservarlo”.
Obtuvo notoriedad y el asunto dio la vuelta al mundo, suscitando diversos comentarios. Descubierta la superchería, Li Kai fue enviado a la cárcel por engañar y perturbar el orden de la sociedad.
Hace poco publiqué sobre la fechoría de un muchacho chino, turista, que escribió su nombre y un “estuve aquí” en un monumento histórico de Egipto. Las noticias tienen la misma fuente y para quien se extrañe por la publicación de “novedades chinas” en mi blog, tan seguido, les diré lo de siempre: “es que hay bastantes chinos”.
Fuente: Actualidad RT.com
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