THOSE WERE THE DAYS MY FRIEND


Encontré en el archivo de imágenes de mi PC esta caricatura, que mi buen amigo y magnífico artista del lápiz y el pincel, Manuel Jiménez, me hizo hace muchos años, cuando ambos enseñábamos en el Instituto Peruano de Publicidad, IPP.

Era la época en que para alguien como Manuel que se admitía como totalmente un lego en lo que para él eran los arcanos de la cibernética (entendida esta como la computación, las PCs y los juguetes periféricos de una PC o una laptop) y prefería escribir a mano, con esa misma mano maravillosa con la que dibujaba y pintaba.

Hablo en pasado porque ha transcurrido mucho tiempo, pero Manuel,  -que renegó un poco de la publicidad, ambiente en el que nos hicimos amigos- continúa siendo ese artista genial del que yo escuchaba hablar siempre cuando empecé en publicidad, porque había decidido irse a Europa (creo que a París) para pintar y solamente hacer eso. En McCann Ericson era una presencia extrañada, que a veces hacía exclamar “Manuel Jiménez no lo hubiera hecho así…”.

Finalmente, nos conocimos en el IPP como dije, e hicimos una amistad rica en conversación y alimentada por mi admiración secreta hacia un artista, que además era una especie de enciclopedia sobre el tema; generalmente, de lunes a viernes, almorzábamos con Julio y con Alfredo en “La Calesa”, extendiendo nuestras conversaciones sobre los temas más variados, mojándolas con los whiskies que Sammy nos hacía llegar desde la barra, con Daniel o “Manolito”, los mozos que esperaban pacientes a que nos fuéramos…

Un día, en la “sala de profesores”, Manuel me hizo la caricatura, en alusión a mi pasión por la “cibernética”, mejor dicho por las computadoras, sus “juguetes” adicionales y las posibilidades infinitas de algo, que si hubiera existido cuando yo era chico, me habría convertido en un “compuinternetómano” al que no podían desprender de la PC.

Ahora, años después, miro esta caricatura, pienso que el tiempo no pasa en vano y como ya lo dije en otro post de este mismo blog, nos quedamos atrás en un montón de asuntos. Todo avanza rápido, la tecnología lo hace velozmente y nosotros caminamos lento, dándonos cuenta de que ignoramos o no entendemos muchas cosas y que nuestros nietos “están en otra”.

Gracias Manuel por esta caricatura que me recuerda que “Those were the days, my friend”, que no me arrepiento de nada, pero los extraño.

Imagen: Caricatura por Manuel Jiménez Sologuren.

Anuncio publicitario

NO ES MÁS QUE UN HASTA LUEGO


NO TE DIGO ADIÓS, SINO HASTA PRONTO

Por qué perder las esperanzas

de volverse a ver…

Por qué perder las esperanzas

si hay tanto que ver.

 

No es más que un hasta luego

No es más que un breve adiós…

Muy pronto junto al fuego

Nos reunirá el Señor.

 

Con nuestras manos enlazadas

y en torno al calor…

formemos esta noche

un círculo de amor.

 

No es más que un hasta luego

No es más que un breve adiós…

Muy pronto junto al fuego

Nos reunirá el Señor.*

*Canción de despedida de los Scouts.

 

Te vamos a extrañar, Javier, pero sabemos que pronto volveremos  a estar todos juntos en un recreo eterno, donde no importan   los goles pero siempre se necesitan jugadores y barristas.

Manolo.

CUANDO UNA EXCEPCIÓN A LA REGLA HA SIDO TU COMPAÑERO DE COLEGIO


CUANDO UNA EXCEPCIÓN A LA REGLA HA SIDO TU COMPAÑERO DE COLEGIO

“…pocos conocemos le sucedió al Dr. Jorge Alva Hurtado (actual Rector de la Universidad Nacional de Ingeniería), él fue un perito contratado en el proyecto del Transvase Olmos por el estado, por vergonzoso cobro que hacía Odebrecht al estado, resulta que Odebrecht había solicitado mayor pago por la voladura de rocas en el transvase, la empresa Brasileña quería cobrarle 250 millones de soles (unos 75 millones de dólares) al estado Peruano, él Dr. Alva en su informe señaló que según los metrados a Odebrecht solo debía pagársele 17 millones de soles (5 millones de dólares). Se comenta que como venganza, Odebrecht les pidió a todos sus socios que no le den ningún trabajo de consultoría a la empresa consultora del Dr. Alva, y así fue. Este quizás sea uno de los muchos casos o ejemplos de cómo los ingenieros habían puestos metrados falsos, precios unitarios falsos, costos inflados para darle sustento y cobrarle, en este caso casi 15 veces más del costo real, dinero que al final no fue cobrado a pesar que los sinvergüenzas de Odebrecht apelaron al fallo.

 

Jorge Alva Hurtado, ingeniero civil, ha sido mi compañero de colegio y me siento muy orgulloso de él y aunque tal vez para muchos esto sea irrelevante, estoy seguro que todos los que compartimos con él nuestros años escolares en el viejo colegio de los jesuitas en la avenida “La Colmena” del centro de Lima, tenemos el mismo sentimiento.

 

El link (https://www.linkedin.com/pulse/quienes-elaboraron-informes-tecnicos-enga%C3%B1osos-para-la-luis-f-castro) que motiva este post lo pasó un compañero de clase y creo que esta es una muestra de que al final del túnel siempre hay una luz y que la esperanza es una planta que no necesita mucha agua para seguir viva; en medio del desmadre de corrupción que parece llevarse de encuentro todo en nuestro país el saber que hay personas como Jorge nos dice que no se perdió todo y hace que la fe en un mejor futuro se recomponga.

 

Es verdad que una golondrina no hace verano pero también es cierto que las golondrinas no vuelan solas.

 

Imagen: http://www.guiainfantil.com

QUÉ ORGULLO SER SU AMIGO!


th

RALPH MURPHINE es una leyenda viva y no se imaginan el orgullo que siento porque considero que somos amigos y trabajamos juntos aquí, en Lima…

Un gran abrazo para quien, con mucha humildad, llega al máximo.

Manolo.

 

El supremo galardón que entrega The Washington Academy of Political Arts & Sciences™ a quienes dejan un legado sin igual y han contribuido de manera excepcional a la industria política es consagrarlos en The Washington Academy Hall of Fame. Este año, cuando llegó el momento de votar por los posibles candidatos, no hubo duda, el honor debe ir para el señor Ralph Murphine.

El nombre y legado de Murphine ha inspirado a miles de políticos y asesores así como a representantes de corporaciones y organizaciones públicas y comerciales, con una trayectoria que supera el medio siglo y más de 500 campañas asesoradas.

La lista de jefes de gobierno en las que participó este estratega, se extiende a países como Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, Estados Unidos y Paraguay, entre otros. Con una trayectoria que incluye haberse desempeñado de la campaña presidencial de John F. Kennedy, sus consejos han llegado a los oídos de los expresidentes Rafael Correa, Alberto Fujimori y Mijaíl Gorbachov, experiencia que incluyó participar como consultor del referéndum para el tratado de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que se implementó en 1991 (primera vez que se usaron los consultores políticos en esa región del mundo).

Su hoja de vida también incluye su paso como ex presidente de la organización más grande y prestigiosa de consultores políticos, la American Association of Political Consultants (AAPC) y de su Comité de Ética.

Muchos de los más prestigiosos consultores de habla hispana e inglesa, reconocen las enseñanzas que en ese campo ha emitido Murphine, uno de los máximos exponentes de estas ciencias a nivel mundial.

Constituirse como miembro del Hall of Fame de The Washington Academy es un reconocimiento para quienes destacan de manera excepcional. En definitiva, el Sr. Murphine lo tiene bien merecido y su legado seguirá guiando a estas y a las futuras generaciones de quienes se desempeñan en el ámbito político, según concluyeron los integrantes de esta prestigiosa institución.

 

NÉCTAR DE DIOSES


yo tomando cafÉ

Mi amigo Santiago con su hijo Rodrigo vinieron el otro día de visita y trajeron café: dos bolsas de color rojo, metalizadas, de café sin marca alguna y que Santiago me dijo provenían de Villarrica, zona peruana que se precia de producir un café exquisito.

cafÉ villarrica

 

Yo tenía un café “normal”, preparado con el café molido “para pasar” que venden en las tiendas bajo una marca comercial muy popular y fue lo que tomamos, porque quedaba más de media cafetera llena y para tener listo y tomar el que Santiago y Rodrigo amablemente trajeron, se necesitaba tiempo, descartar el café “de marca” y luego, lavada y secada la cafetera, poner el nuevo café, el agua y encender la máquina de hacer café (la cafetera, pues) esperando a que el agua hiciera su trabajo al calentarse y pasar gota a gota por entre el grano molido de prometedor color “café oscuro” (pongo “café” como color en lugar de “marrón”, porque a nadie se le ocurriría la existencia un café color violeta y el decir “marrón”, en el caso del café, me parece muy simple y sin magia); el “rito” de pasar el café toma su buen rato y francamente una charla entre amigos, sin café, es algo que por lo menos yo, no puedo concebir, bebedor de “café conversado” desde siempre…

cafetera

 

Conversamos pues, bebiendo el café “de marca” que había y cuando después de una mañana de conversa Santiago y Rodrigo se despidieron, yo me quedé pensando en que tenía casi media cafetera llena y dos bolsas ahí, sobre la mesa de la cocina, llenas de ese café molido sin marca, que prometía durar, porque en casa solo tomamos café Paloma, los amigos que a veces nos visitan y yo; para decirlo francamente, no lo pensé mucho y el café “de marca” que estaba ya preparado fue a dar al desagüe vía el lavadero y di los pasos necesarios para que el almuerzo terminara con el café de Villarrica, que en cuanto abrí la bolsa exhaló un aroma maravilloso que me hizo recordar a cuando yo era chico y mi padre traía a casa el café recién molido que compraba en el centro de Lima…

 

Aunque suene manido, diré que valió la pena esperar porque –sin desmerecer para nada el almuerzo preparado rápidamente por Paloma- fue un verdadero premio el café de la bolsa roja metalizada, el sin marca, el de Villarrica, el que Santiago y Rodrigo nos trajeron de obsequio; es desde ese día que nos venimos “premiando” y ya solo queda una bolsa porque aunque diariamente solo seamos dos los “cafeteros”, consumimos bastante.

 

Y aquí, para acabar, una anécdota que creo ya conté, pero que viene a cuento: Alicia me decía siempre que tomaba mucho café y que eso no era bueno para la salud; una vez, en el médico, en presencia de ella pregunté cuánto café podía tomar y “confesé” que bebía de cuatro a seis tazas por día: miró sus papeles el médico, levantó la vista y me dijo: “Hmmmm…, cuatro infartos al corazón, tres al cerebro, hipertenso… Bueno, de algo se tiene que morir uno…”; es así que desde entonces me considero afortunado porque tengo al menos una certeza…

 

Alicia, no imaginas lo que te estás perdiendo…   

SUPLUC-SUPLUC


supluc supluc

Las onomatopeyas sirven para identificar algo por medio del sonido que produce; por lo menos yo lo interpreto así; es la imitación vocal de un sonido determinado para significar aquello que lo produce.

 

Sesuda introducción para escribir sobre algo –precisamente una onomatopeya- que me fue “revelada” cuando éramos chicos, creíamos casi ciegamente en lo que nos decían las personas cercanas y no nos complicábamos con todas esas cosas que fuimos aprendiendo mientras crecíamos; mi mejor amigo me dijo un día: “¿sabes cómo se conoce si un melón está maduro…?”, la pregunta me cogió de sorpresa y después de pensar que nunca me había preocupado por la madurez de los melones (ni de ninguna otra fruta, porque la que comía en casa no estaba verde y mi mamá me había dicho que si comía fruta verde me iba a doler la barriga), le dije lo que era evidente: ”no sé”.

 

Me instruyó diciendo: “Agarras el melón, te lo pones junto a la oreja, lo sacudes y si hace supluc-supluc, es que está maduro”; obviamente le creí porque me confesó que lo sabía porque se lo había dicho un peón del campo, que era alguien que sabía…; admito que nunca verifiqué la información y el “supluc-supluc: ¡maduro!” entró a formar parte de nuestras frases hechas, con un guiño a la complicidad; pero hoy, por esas cosas que la memoria tiene, saltó de su cajoncito de archivo la onomatopeya varias veces y decidí que era algo sobre lo que querría escribir y que a ustedes tal vez les daría curiosidad leer…

 

 Claro, cuando mi amigo lea esto, seguramente le va a pasar lo que a mí y es que es verano y el gran sillón-perezosa con cojines floreados aún está balanceándose suavemente  en el patio de su casa, con nosotros allí, conversando y comiendo uvas verdes, que por si acaso no es que no estuvieran maduras, sino que son de ese color verde clarito y que por aquí llamamos Italia.

Imagen: cuantas-calorias.org