
Para él, la vida era jugar.
De niño jugaba a “la pega”, a “las escondidas”, a las canicas, al fulbito… Después, jugaba a las cartas, a cuanto juego de azar hubiera, jugaba al ajedrez, a las damas, al mah-jong, a los caballos …
Jugaba, sin preocuparse de nada más. Digamos que tenía adicción al juego y siempre se divertía y ganaba… Hasta que un día se le ocurrió jugar a la “ruleta rusa” …
Perdió.
Imagen: https://www.blumeoneu.com
Publicado originalmente en el blog “masticadoressur.wordpress.com” el 6.5.2022.
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