
Eufemismo es lo que se dice “suavemente”, para ocultar algo de mayor trascendencia, por ejemplo, hablar de “víctimas indirectas”, para nombrar a los fallecido en medio de las protestas y caos general que impera en el Perú …
Es que, discúlpenme, para lo que son, los muertos son muertos por la violencia, venga esta de vándalos, de la policía o del impedimento por llegar urgentemente a la atención médica porque se bloquean las carreteras y se impide el paso de las ambulancias, incluso apedreándolas e inutilizándolas, estando los pacientes (que morirán) dentro de ellas.
Es un eufemismo el diferenciarlos, porque tan grave y asesina es cualquiera de las situaciones; nada justifica ni la violencia ni la muerte ….
El derecho de protesta no es derecho a destruir ni a matar; el que yo no esté de acuerdo con algo o alguien, no puede convertirme en vándalo ni en asesino … Y esto es lo que está sucediendo en nuestro país …
Se le echa la culpa al desacuerdo, a las provocaciones, a la falta de mucho de lo que es necesario para un diario vivir, pero la culpa es de la intolerancia, de ver a los demás como enemigos, porque piensan distinto. Y entonces los aprovechados de siempre, vulgares delincuentes, buscan sembrar el caos porque saben que medrarán allí para su beneficio. No les importa nada y se cobijan en protestas legítimas, esparciendo su sarna pestilente e incitando a quemar, a romper, a demolerlo todo, para provocar eso que transforma una marcha pacífica, en griterío fúnebre …
Más violencia es más balas y las balas engendran la violencia; por donde se le mire, el Perú no se merece esto. El mar que baña nuestras costas es el océano Pacífico y es paz lo que necesita el país, pero no la de los cementerios. No la paz de lo muertos.
IMAGEN: https://elestafador.com
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