
El Perú parece un difunto, pero que se resiste a morir;
el Perú agoniza, no solamente por los balazos recibidos, sino porque de uno y otro lado lo golpean. Nadie parece hacer caso, mientras las mentiras vuelan por entre el gas de las bombas lacrimógenas y como a Vallejo …
“Le pegaban todos sin que él les haga nada. Le daban duro con un palo. Y duro también con una soga”
… … …
“Y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: ¡No mueras, te amo tanto!
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo…
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando ¡Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: ¡Quédate hermano!
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…”
… … …
Ojalá que el Perú resucite y eche a andar nuevamente.
Ref: Dos poemas de César Vallejo.
IMAGEN: https://www.radionacional.com.pe
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