
Ordenando mis papeles antiguos, encontré parte de un block de hojas de papel periódico que usé hace mucho, pero mucho tiempo, para escribir mis textos publicitarios, cuando empecé mis aventuras de creativo publicitario “por la libre” o “freelance”, que inicié y detuve varias veces (detuve, cuando trabajaba “fijo” para alguna agencia de publicidad) y retomé en los intervalos – que fueron bastantes- hasta que tuve una agencia propia …
El encabezado, en letras minúsculas, de color marrón rojizo, decía “de la máquina de escribir de manolo echegaray”. Lo acompañaba un dibujito que supongo llegó a mis manos desde alguna revista …
Recuerdo que también hice tarjetas, papel de carta y sobres con el mismo muñequito y el “de la máquina de escribir de manolo echegaray” en minúsculas color marrón-rojizo. ¡Toda una “personalización” de comunicaciones, para “cazar” clientes en un coto lleno de competidores …!
Miro con cariño esa porción no usada del block, y sé que, en alguna caja se esconden hojas para carta, de papel bond “membretado y sobres en bond–tamaño oficio-, membretados también …
En todos esos papeles anidan aún las esperanzas de avisos, de guiones para comerciales de radio o tele, de cartas de presentación o agradecimiento y de direcciones mayormente comerciales … Entonces han venido a mi memoria las anécdotas, como la imprenta que me hizo la papelería y que se llamaba “Gráfica Morsom”, donde era gerente, quien fuera mi amigo Beat, y a quien “le perdí la pista” hace tantos años …
De veras, he sentido un calorcito reconfortante en el pecho que me ha animado a escribir, aunque sin usar papel “de la máquina…” y a recordar tiempos de fumar en pipa, soñar, ni pensar en llegar a esta edad y vivir de eso… ¡De recuerdos!
Imagen: ilustración papel para textos/manolo
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