Una G no es una J,y laS también hace la diferencia en el significado de estas dos palabras …
FLOGISTO es una sustancia hipotética, que representaría la inflamabilidad y es una teoría científica ya obsoleta, según la cual, toda sustancia que pudiera ser combustible, contendría flogisto y la combustión consistiría en la pérdida de dicha sustancia.
Es una teoría que se remonta al año 1667 y se debe al alquimista/químico alemán, Johann Becher. *
FLOJITO es el diminutivo de flojo u ocioso, pero también se usa como diminutivo para referirse a lo que no está ajustado sino flojo, o un poco suelto …
Nunca se supo si era por curiosidad, pero se metía por todas partes, escarbaba, hacía túneles y parecía querer explorarlo absolutamente todo; estaba orgulloso de su pelo fino y suave, de su agilidad y ese garbo medio sinuoso que tenía al andar cuando caminaba a la luz del sol…
Pisaba siempre sobre las huellas que iba dejando, preciso y elegante; no era muy disticoso para comer y aunque carnívoro, no les hacía ascos a los vegetales ni tampoco a los insectos que iba encontrando en su escarbar…
Quién diría que tiempo después, el pelo de Metejón, el tejón serviría magníficamente para que Ramiro, pintara maravillosos cuadros y fuera declarado “El Pintor de la Ciudad” …
Claro, Metejón nunca lo supo, porque los muertos no saben nada…
Puede parecer una frase hecha y que solamente se dice, pero para mí, ha sido la pura realidad, tanto en mi carrera como creativo publicitario, como enseñando creatividad …
Empezar supone encarar algo nuevo, para lo que muchas veces no se está preparado o se lo está muy poco; ya he contado más de una vez que yo quería trabajar en publicidad y dibujaba, pero la oportunidad fue que empezara… ¡Como redactor!
También he contado que, en el IPP en formación, mis amigos los directivos me pidieron que diseñara un curso de creatividad y luego que lo enseñara… ¡Sin haber hecho nunca ninguna de las dos cosas!
Empecé a escribir y empecé a enseñar…
Es verdad que esto último lo pude hacer después de más de quince años de experiencia en publicidad, pero fue igual de difícil que cuando comencé a escribir sin haberlo hecho nunca …
Difícil, porque una cosa es saber algo y otra muy diferente es el explicarla, por más experiencia que uno tenga en el tema del que se trate …
Ahora, cincuenta años después, mis dudas y miedos iniciales, mi inexperiencia, que pueden provocar sonrisas en quienes lean esto, los recuerdo con nostalgia, porque empezar fue difícil entonces y con franqueza, cada vez que he empezado algo nuevo, he sentido las mismas dudas y miedos …
La profesión de creativo publicitario me ha enfrentado a esos miedos y dudas, miles de veces; ha sucedido cada vez que he escrito un nuevo aviso, imaginado un slogan, desarrollado un comercial o planteado una estrategia creativa …
Lo mismo sucedió con cada día en el que tenía que dictar clase (y lo hice durante treinta años), “enfrentando” a la mirada atenta e inquisidora de los alumnos que esperaban recibir de mí, un poquito de saber, basado en mis lecturas y experiencia (también conté antes que no tengo estudios universitarios de ningún tipo) …
Empezar es un reto y yo agradezco profundamente haber vivido de manera permanente en “modo reto” y acostumbrarme a que la única manera de progresar, era vencer, cumplir con los retos, en apariencia disímiles, pero que tuvieron en común esa dificultad de lo nuevo y desconocido, que provoca miedos y dudas …
Quisiera terminar este pequeño artículo, parafraseando una canción de Violeta Parra, que me gusta mucho: “Gracias a la vida, que me ha dado tanto…”
El primer ministro peruano, señor Bellido, dijo ayer en una reunión con sus partidarios (los de Perú Libre), que era “obligatorio” tener Twitter, es decir “tuiter” o “tuit” …
Debe ser porque es un “fan” de la red social, la del pajarito azul, aquella que usa para torpedear lo que el gobierno hace y/o promete, que, porsupuestamente, es comunicado por el presidente Castillo en escuetos mensajes… ¡Usando Twitter!
De “moda tuit” se viste la política nacional y esto no es nuevo, por desgracia, porque desde hace tiempo, la aplicación se usa/luce y lo que tenemos es una tenaz “potuítica”, es decir una política hasta el poto (culo).
Pero yo supongo que la “tuitofilia” (amor por el “tuit”) de los perulibristas, promocionado como “obligatorio” por su maestresala Bellido, tiene como referente mágico a lo que el muy admirado por ellos, señor Nicolás Maduro, dijo hace algún tiempo, sobre el señor comandante Chávez (fallecido presidente venezolano) y los consejos que, según él, le enviaba desde el más allá el difunto, que, en forma de un pajarito, se le posaba sobre el hombro: “Tuit–tuit–tuit” …
Pero claro, el pajarito azul tuitero no está esparcido por todo el país, de una manera uniforme y hay grandes zonas donde Internet y las redes sociales, no llegan… ¿Será por eso que muchos peruanos no se enteran de lo que se duda, se decide o se torpedea desde “las alturas” (bastante bajas y disminuidas) del gob- bierno?
“Twitter”, “tuiter”, “tuit”, “potuítica” peruana…: ¡Francamente, ahora entiendo por qué estamos hasta las patas (por no decir hasta el poto, o sea, culo) …!
Desde hacía un tiempo, su obsesión era casarse y pensando, decidió que le gustaría que su consorte se apellidara Luna, porque tenía el convencimiento de que el satélite terrestre la poseía misteriosamente, en especial cuando había luna llena…
Pero no todo era perfecto, y no lograba encontrar la solución para “cerrar el círculo”; se llamaba Clara, no Claro y ser Claro de Luna, era lo que ella más deseaba.
El señor don Ciro Gálvez es notario, recordado porque cuando le impidieron ir en un bus por estar presuntamente ebrio, sacó su arma de fuego y la disparó “al aire”; también es el ministro de cultura del gobierno peruano…
La frase del título, es atribuida, parece que erróneamente, a Goebbels, ministro de propaganda nazi (y que provendría en realidad de “Schlageter”, obra teatral del autor, también nacionalsocialista, Hanns Johnst), podría haber sido dicha por don Gálvez, al confundir en lo que, podría ser, una neblina alcohólica, la palabra “ebrio” por “cultura”: ¡Sacó su pistola y disparó! ¡No faltaba más, porque a un notario se le respeta!…
Las vueltas que da la vida (y la influencia que tienen algunos): don Gálvez es ahora ministro de cultura y en lo que quisiera atribuir a la neblina, ha “desinvitado” recién, a escritoras y escritores peruanos de reconocida trayectoria, para asistir como representantes del país a la Feria del Libro de Guadalajara, en México. Feria que, además, tiene al Perú como invitado especial y oficial …
Hay que decir que la lista fue anunciada por el Ministro de Cultura, del gobierno que antecedió a este… ¡En Julio!
Pero para demostrar quién manda, don Gálvez ha mandado hacer una lista, “desinvitando” a unos (¿“limeñitos” tal vez?) y nombrando a otros poniendo como pretexto que los escritores conocidos y famosos (¿“limeñitos” tal vez, otra vez?), no necesitan promocionarse en un evento, cuyos pasajes y gastos paga el gobierno, y en su lugar deben ir otros, para que se hagan conocidos y que además provengan de diversas regiones del Perú, o sean nativos de “pueblos originarios”. Además, hace ampliar la lista, para que haya más representantes mujeres (y todos los “desinvitados”, menos uno, fueron mujeres) …
Bueno, en primer lugar, me parece que el asunto no se trata de “promocionar” a escritores en particular, sino al Perú. Supongo que, por eso, porque representaban a nuestro país como escritores, en la lista estaban los que don Gálvez “desinvitó”. En un evento cultural de este tipo, se debe mostrar lo mejor, esto, sin menospreciar para nada a quienes don Gálvez dejó como integrantes de la lista de “invitados” (representantes, en verdad), ni a quienes agregó…
Lo curioso, es que entre los “desinvitados”, están además de otras personalidades de la literatura, Renato Cisneros, que no parece tener una muy buena y clara opinión sobre este régimen y también la historiadora Carmen McEvoy, que tampoco parece muy “oficialista” que digamos…
De pronto han empezado a “desinvitarse” muchos otros escritores que “quedaron” en la lista, solidarizándose con los “desinvitados” por don Gálvez y considerando lo hecho como una falta de cortesía (malacrianza, vulgaridad) de parte del ministerio de cultura, lo que yo llamaría, una falta de cultura…
Hechos como este, además de proyectar una imagen de m … acerca del Perú en el exterior, ser algo descortés al máximo, poco inteligente y zafio, retratan una “política” de la que es mejor correr… El ministerio no volverá a tener una estatura mayúscula hasta que don Gálvez no regrese de entre la neblina, a su notaría y no elijan a un Ministro, con mayúscula que le dé a la Cultura su verdadero lugar y no solamente un cambio de nombre como el propuesto (su primera “acción”) por don Gálvez, el notario de la presunta neblina alcohólica y los tiros al aire…
Escritora, redactora y editora del lado infra literario opuesto a la revistilla del montón* - palabras de René Wellek y Austin Warren en su obra " Sobre la Teoría Literaria". Editora en el sitio Masticadores Sur
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