
Siempre mostraba las muñecas desnudas y decía “¡No tengo tiempo…!”, si le pedían algo y reía, sintiéndose muy “original”, enseñando que no tenía reloj …
En realidad, nunca quiso comprometerse con nada y le echaba la culpa a la falta de tiempo, aunque sí lo tenía, a montones, porque era un ocioso redomado, que se creía muy gracioso…
Imagen: pinterest
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