
Teje mantas de sueños y colores, para abrigar las noches frías y para mantener el calor que la vida produce, como la tierra buena produce y deja crecer el maíz, la cebada, la papa y las cebollas que pelarán sus capas translúcidas, delgadas, quebradizas, para llegar a la cocina y llenarlo todo allí, con su olor punzante y los ojos con lágrimas.
Imagen: Tejedora en Cajamarca, Perú. Foto: manolo echegaray
¡MIL GRACIAS POR EL PING BACK…! 🙂 🙂 🙂