
Sentía que el cuerpo se le descomponía en partes y que estas volaban, rosadas, manteniendo un orden y creando la ilusión de la figura corporal que había visto en los libros.
Era un sueño recurrente, que ya llevaba varias noches apareciendo y a veces, en una sola noche eran dos o tres sueños diferentes, pero con el mismo contenido.
Despertaba intrigado y más de una mañana se palpó el cuerpo para comprobar que estaba completo, sonriendo entre satisfecho, aliviado y pensando qué reales pueden parecernos los sueños.
Una mañana, sobre la cama, dormido, se estiró un poco y de pronto el cuerpo se dividió en secciones transversales, para que después cada una se convirtiera en piezas que, a su vez, cada una, soñaba con un cuerpo que de descomponía en partes y que estas volaban rosadas, en desorden completo.
Imagen: body realflow software
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