
Se especula mucho y todo sigue haciendo un círculo vicioso en torno al Covid-19 o “El Virus”, como quiera llamársele.
Es “algo” sumamente simple y produce efectos tan complejos que traspasan al ser humano y se vuelcan hacia la sociedad modificándolo todo y prometiendo más cambios que son poco predecibles.
No hace distingo alguno entre razas, colores de piel, de nacionalidades; no diferencia entre ricos ni pobres, ni tampoco entre creyentes o agnósticos. Es un gran homogeneizador que nos vuelve iguales a todos, vulnerables, nos pone en peligro y tal vez sea la primera vez para muchos, que hace de la muerte una certeza indiscutible y cercana.
No tiene cerebro ni escoge sus víctimas; solamente ataca. No hay curación cierta hasta ahora, tan solo promesas y esperanza. Una sola esperanza: la de ganar la guerra contra un enemigo ubicuo, implacable, invisible y mortal.
Imagen: http://www.isoladiminorca.com
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