Día: 21 de abril de 2020
Cómo detectar noticias falsas en la situación actual del COVID-19: Infografía IFLA | Universo Abierto
DELIRAMOS JUNTOS…?
Lo único positivo
EL AZOTE DE DIOS
Era el nombre que le daban al rey de los Hunos, Atila, del que también decían que donde pisaba su caballo, no volvía a crecer la hierba…
Toda época tiene su propio Azote de Dios más o menos riguroso, pero este se percibe como el mayor habido nunca, por más que la Historia y las estadísticas demuestren lo contrario…
La diferencia con «antes», me parece que se debe al empequeñecimiento del mundo en que vivimos gracias a la conectividad y a un verdadero estallido de las comunicaciones…
Hoy nos enteramos «on the spot» o con segundos de diferencia de lo que ocurre, sea importante o no. Conocemos la trastienda de una boda real y los testimonios de quienes sufren por hambruna en África; todo, absolutamente todo está al alcance de cualquiera, en casi cualquier parte, absolutamente mezclado.
Todavía recuerdo que mi madre me contaba que de los muertos y algunas incidencias de la Primera Guerra Mundial, ella muy pequeña se medio-enteraba (nació en 1913) por los comentarios de sus papás y tíos que a su vez se enteraban por el diario «El Pueblo», o por alguna transmisión por radio de onda corta, allá en una Arequipa provinciana y por entonces bastante bucólica, que estaba a lo que hoy serían años luz de distancia de los aconteceres y con noticias que llegaban por lo general con meses de retraso…
Es tremendo, pero la globalizacion y el empqueñecimiento mundial a los que aludo, nos permiten a todos ser una especie de reporteros de guerra que si bien están a cubierto por completo del fuego enemigo, son testigos presenciales del dolor, del horror y de la muerte…
En realidad somos espectadores en peligro de este nuevo Azote de Dios que se llama Covid 19 o Coronavirus simplemente, que diezma a la población de un mundo al que destroza de un modo aterrador….
De pronto Madrid es la casa de al lado y en el piso de arriba queda Ecuador; los Estados Unidos son vecinos del parque de la cuadra siguiente y no existen rusos, chinos, israelíes, grupos «no contactados» o extraños en este barrio que se llama mundo y en el que todos sabemos lo de todos y la muerte, el Azote de Dios, disfrazada de virus, es una presencia cotidiana.
Sí, la muerte está cerca y las noticias hacen que esa proximidad se convierta en compañera inseparable por la noche y el día, mientras el caballo va pisando una tierra donde la hierba no crecerá más…