Era una mariposa, pero no se sabía mariposa; movía las alas de un dorado traslúcido, volando y cuando había viento aprovechaba este para descansar su batir, dejándose llevar plácidamente.
Así conoció tierras diferentes, incluso cruzó un mar y vio las aguas, que por debajo de ella espejeaban al sol; flores desconocidas le dieron su alimento y así, llegó agotada a reposar sobre lo que resultó ser un lugar donde había una mujer, un hombre, un niño chiquitito, un burro, una vaca y eso que los humanos llaman paja y que es la hierba seca.
Se quedó descansando las alas y de pronto decidió desplegarlas y un pastor que pasaba vio el brillo que producían al reflejar la luz, pensó que era una estrella y entre curioso y admirado entró al lugar y vio a la mujer, al hombre, al niño sonriente, a la vaca paciendo, al burro dormitando y se maravilló.
Imagen: http://www.vinda.es
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