Ha llegado su tiempo y están por todas partes.
En la plaza, las palomas, como siempre, pasean esperando las miguitas.
Arriba, recortado en el cielo, planea un gavilán que busca el rumbo.
Los árboles despertaron temprano al concierto de trinos que anunciaba que el sol iba a salir.
Detrás del malecón y sobre el mar, una gaviota pescadora rompe el cristal del agua.
Gorriones picotean el césped y a saltitos van recorriendo el verde.
El tiempo de los pájaros… Ese que no mide ningún reloj y que vuela para no regresar.
Imagen: grupo4s.com
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