Marcos hizo como que disparaba con el dedo y gritó: “¡Pum…, pum…, te maté!” pero el otro niño no se cayó muerto como eran las reglas del juego sino que sonrió y del bolsillo de su casaca sacó un revólver, le pegó dos tiros a Marcos que abrió mucho los ojos y la boca antes de caer muerto, mientras el otro devolvía el revólver todavía caliente al bolsillo de la casaca, se levantaba el cuello porque hacía frío y se iba.
Imagen: publimetro.pe
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