No sabían que era colonizar y en realidad no les importaba, porque desparramados en el suelo frío del satélite después de un estrepitoso (aunque no hubiera habido sonido alguno por falta de atmósfera), mal alunizaje del módulo en el que viajaron, los miles de microscópicos tardígrados empezaron a cubrir cráteres y llanuras sin que el frío extremo – al que estaban acostumbrados- les hiciera mella, en un lugar donde el tiempo no tenía significación alguna.
Allí, donde el ser humano había plantado una bandera y dejado su huella, ahora estaban ellos ocupándolo todo y si el hombre volvía, iba a encontrar que el territorio ya tenía dueño.
Imagen: taringa.net
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