Le dijeron que tenía talento y lo creyó, le dijeron que era muy fácil y lo creyó, le dijeron que no habría problemas y lo creyó, le dijeron que todo estaba “arreglado” y lo creyó, le dijeron que sólo iba a estar de “campana” y lo creyó, le dijeron que no se preocupara y lo creyó, le dijeron que ni lo buscarían y lo creyó, le dijeron que si algo salía mal lo arreglarían en un par de horas a lo sumo y lo creyó.
No tenía talento, no fue muy fácil, hubo problemas, nada estaba “arreglado”, no actuó solamente como “campana”, sus preocupaciones empezaban recién cuando fue el primero al que buscaron, todo salió muy mal y lo mataron de un balazo cuando trató de huir.
Él se creyó creyente y en realidad era un cretino.
Imagen: articulo.mercadolibre.com.mx
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