PHDOCRACIA


REPRODUZCO ESTA MAGNÍFICA ENTRADA DE «LA LÍNEA DE FUEGO» PORQUE CREO QUE EL FENÓMENO ES UN MAL QUE ATACA A TODA NUESTRA SOCIEDAD, MÁS INTERESADA EN «CARTONES» QUE EN SABERES Y HACERES.
MANOLO.

PHDOCRACIA. Por Atawallpa Oviedo Freire*

Foto referencial de Pixabay
El correísmo introdujo en el Ecuador la meritocracia que en realidad es la titulocracia, lo que quiere decir que mientras más títulos tiene alguien es mucho mejor. Nos pasamos de un extremo al otro. La meritocracia no es titulocracia. La meritocracia está más allá de la titulocracia.

La experiencia dice que quién tiene muchos títulos no necesariamente está mejor preparado que otro que no tenga. En la historia hay muchos que han sobresalido sin título o que abandonaron en algún momento la academia.

Creer en la titulocracia es creer que el conocimiento está en los libros o en la academia, cuando la mayoría de los sabios en la historia humana no han salido precisamente de la academia. Está claro, que una cosa es la información o el conocimiento y otra la sabiduría. Y lo que este mundo necesita es precisamente sabios para hacer otro mundo posible. Y eso no forma la academia y muchos menos la academia actual.

Antes, en la época de los egipcios, griegos, incas, aztecas y las grandes culturas milenarias sí los había, quienes hacían educación de otra manera. Siendo esa la clave, el tipo de personas que forma la academia actual en todo el mundo, y lo que antes y hoy, forman los centros de autoconocimiento y de transformación personal y social.

Es por ello, que existimos padres en todo el mundo que manejamos el concepto de desescolarización, porque no queremos más hijos bibliotecas sino seres humanos creativos, críticos, integrales.

Hemos roto con la escuela convencional y abogamos por otro tipo de educación que forme seres humanos holísticos preparados para la vida. No nos interesa los títulos, a los que el capitalismo les da la importancia para medir a las personas. Nosotros valoramos totalmente diferente y se llama conciencia. Siendo eso lo que hace la diferencia entre unos y otros seres humanos y no los títulos, peor los que otorga la academia actual.

Este concepto tiene relación también con la descolonización, que implica cuestionar y replantear las bases ontológicas y epistemológicas de la escolarización, del adoctrinamiento, de la domesticación al ser humano y que se resume en el concepto de civilización, como la ruptura con la naturaleza no-humana y la decadencia de la especie humana a partir de la situación extrema que ha generado el cambio climático. ¿Es o no responsabilidad también de la academia el cambio climático? ¿En dónde y en qué se han formado los que dirigen el mundo y que nos han conducido a esta situación en la que está en peligro la sobrevivencia de la especie humana?

Entonces, el problema no está en los títulos, sino en el tipo de conocimiento que maneja un individuo y muchos conocimientos o saberes no están en la academia oficial. Lo que quiere decir que hay PhDs expertos en la civilización de la muerte. ¿Quién les ha formado? El sistema, la sociedad, su academia o es que alguien piensa que la academia no responde al sistema.

El sistema tiene su academia, donde prepara a quienes le van a servir al sistema, no prepara a personas que atenten contra este sistema, eso se aprende en los centros alternativos, alterativos y espirituales. Ahí se aprende otro tipo de producción agroecológica, de tecnologías sustentables, de economía mutual, de medicina natural, etc. Y eso justamente no esta escolarizado ni titularizado, afortunadamente, o muy poco, si no sería tomado por el sistema y lo desnaturalizaría, o simplemente lo absorbería como otro elemento para que le ayude a sostener su sistema civilizatorio verde. Entonces, lo que debería primar en la academia si quiere aplicar la meritocracia, no es la cantidad de títulos sino de aportes investigativos que ha hecho una persona. Ahí sabemos con quién estamos y qué es lo que puede hacer esa persona.

De otra parte, en la elección de nuevas autoridades que ha emprendido el CPPCS-T se ha observado también como la titulocracia se ha tomado el poder, solo una élite de personas ahora tiene acceso a instancias de poder, lo que quiere decir que el pueblo común no tiene acceso, con poquísimas excepciones. Por qué un Defensor del Pueblo tiene que ser titularizado y por qué necesariamente abogado, cuando el asunto es político y para esos existen los expertos en distintas temáticas.

Se ha reclamado que en la asamblea había gente sin títulos. Acaso los titulados son una diferencia. Algunos asambleístas tienen títulos académicos, pero ahora también tienen títulos de corruptos, de inmorales, de odiadores. El título por el título no asegura nada. Lo que quiere que el problema no es académico sino político, de las posturas políticas de los titulados y no titulados.

PhDs que sirven al poder estatuido y no a su pueblo, que no hacen procesos de transformación sino de consolidación de este mismo sistema. Ahí está la posibilidad de un mundo donde quepan otros mundos, o simplemente un mundo de élites a todo nivel, y la mayoría de PhDs están por un sistema elitista, vertical, domesticado.

El correísmo en muchos asuntos nos llevó tan solo al otro extremo, por lo que no estamos diciendo que hay que regresar a lo de antes, que también es cuestionable, sino de buscar un punto de equilibrio. Y el cual tiene que ser dentro de otro sistema, sino solo habrán nuevas formas de civilización de derecha o de izquierda como lo que hemos vivido y que reproducirán lo mismo pero de otra forma, es decir, más gatopardismo.

El pensamiento crítico para que sea tal tiene que venir desde otro paradigma al que se cuestiona y lo que hemos visto en la intelectualidad y la academia mundial es simplemente otros puntos de vista dentro del mismo paradigma.

Millones de libros, cursos, teorías, pero que solo se dan la vuelta dentro del mismo paradigma. No se interesan a otros paradigmas, cuando ellos están ahí, pues no se trata de dejar que el ego comience a inventarse o seguir experimentando nuevas locuras, tenemos la experiencia acumulada de las culturas de la humanidad y esas son las guías para profundizar. Y esas no se enseñan en la academia, a excepción de la griega que es la que se ha impuesto. Hay que estudiar la filosofía egipcia, azteca, maya, maya, tibetana, hindú, sufi, etc, para hacer pensamiento crítico y crear otro mundo.

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LA AYUDITA


LA AYUDITA

Vivía desesperado por el ruido y la música a todo volumen que salía de la discoteca que estaba pared por medio con su casa; las noches eran verdaderamente infernales, no lograba conciliar el sueño y no había valido de nada que se quejase al serenazgo en la municipalidad ni sus denuncias en la comisaría; por supuesto durante el día tocar el timbre de la discoteca para protestar, no tenía ninguna respuesta porque no había nadie y por la noche, los vigilantes malencarados del local no lo dejaban pasar primero y luego simplemente lo ahuyentaban.

 

A sus 75 años nadie le hacía caso porque no inspiraba temor, no tenía un arma, sólo lo veían como un viejo quejón y debilucho; finalmente acordó con un primo lejano el irse a pasar unas noches a su casa, en un barrio lejano; contó su odisea y quedó con el primo, que era casi de su edad y vivía solo, en hacer la prueba para ver si dormía normalmente y no durante el día, como hasta ahora y se fue con un maletincito donde llevaba algo de ropa, una maquinita de tres hojas para afeitarse, toalla y jabón; escobilla y crema dental no necesitaba porque sus dientes fueron desapareciendo y nunca tuvo plata para mandarse hacer una dentadura postiza.

 

La primera noche conversaron largo con el primo, intercambiaron cuitas y contaron achaques; cuando se fue a dormir “en el sillón nomás me acomodo, primo”, le costó conciliar el sueño pero al final este lo venció…

 

El “par de días” se hizo una semana y decidió ir a ver qué pasaba por su casa; el micro dio mil vueltas para llegar a tres cuadras de su calle, caminó hasta donde había vivido una semana antes y lógicamente la discoteca estaba cerrada; entró a su casa, miró, pero parecía que todo estaba tal cual lo dejara, solamente que habían metido un papel debajo de la puerta que decía, con letras recortadas de avisos y pegadas: “VIEJO, SI SIGUES FREGANDO, TE VAMOS A MATAR.”, no había firma pero él ya sabía…

 

Se quedó en blanco: ahora tendría que ver si se mudaba del todo con su primo, qué hacer con la casa…, pensar: prefirió salir dar una vuelta para que el aire lo despejara y así aclarar sus ideas; caminó hasta el restaurancito que estaba al final de la calle al que iba siempre; entró para tomarse un café y pensar.

 

El dueño que era mozo, cajero y vigilaba la cocina donde una chica preparaba las cosas, le preguntó si había estado de viaje y él le contestó que sí; “entonces se lo perdió…” dijo el hombre casi en confidencia; “¿me perdí qué?, respondió, entre curioso y fastidiado porque hubiera preferido estar a solas con su café… “¡El incendio!, se incendió la discoteca y la han cerrado porque parece que nada se salvó. Salió en la tele y en el periódico… ¿no supo…?

 

En su asombro iba a decir algo, pero el otro no lo dejó: “¿Su casa no está al costado…? ¿Ya vio si pasó algo…?”; él movió la cabeza y sonrió: “de allí vengo, todo está correcto, normal nomás…”

 

Entonces recordó que, desesperado, había ido a la iglesia a rezar y prendió una velita misionera para reforzar su pedido, a ver si en el cielo lo escuchaban… Sonrió más y pidió el café; mientras llegaba, se imaginó a Dios soplando la velita para hacer que el fuego se alargara y consumiera a su tormento.

 

Imagen:unareconstruccion.blogspot.com