Al caer la noche, una parte de la ciudad va encendiendo sus luces hasta parecer un árbol de navidad iluminado; pero la otra parte está a oscuras, como cuando uno trata de recordar algo y no lo consigue.
La ciudad y sus dos partes nocturnas que no se miran entre sí y no se entrecruzan, que no se reconocen, que son distintas y mientras una es verde, amarilla, azul, roja…, la otra simplemente no es; a los niños les enseñan que es mejor la luz que la oscuridad y que quien se atreve a ir al lado oscuro, no vuelve nunca.
Imagen: http://www.hola.com
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