Las pesadillas eran recurrentes y en ellas se veía caminando hacia el borde, mirando la inmensidad del abismo, abriendo los brazos y sintiendo que se acercaban para despertar aterrado cuando unas manos lo empujaban y caía…
Los días eran iguales y tenía que ir a desgana a la oficina con el café de la mañana flotándole en el vacío que sentía en su estómago.
Imagen: senderodelmago.blogspot.com
Por haragàn o pobre?
Lo dejo a la interpretación del que le… 🙂 🙂