Veía todo desde lo alto, mientras volaba lentamente batiendo sus enormes alas correosas, planeando sobre la vegetación, la tierra y el mar: debajo estaba el mundo joven, o según se mirara un poco viejo, que seguía formándose.
El Pterosaurio giró despacio, majestuoso, mientras sus ojos buscaban la comida, abría el largo pico y su cerebro no podía imaginar siquiera su extinción y que cerca de 68 millones de años más tarde sería un fósil.
Imagen: evolucion01.blogspot.com
Me ha encantado, es muy original y tiene mucha fuerza en la descripción! Un saludo
Vi la noticia y escribí. Me alegro que te gustara… Abrazo! 😄