Nunca lo encontrarían.
Una vez libre de Aníbal, botó la pistola desde el borde de un barranco profundo.
Al querer mirar como caía, se inclinó un poco y el cuerpo lo venció.
Tuvo razón: nunca encontraron su cadáver.
Imagen: arqueoceramica.blogspot.com
LO que cuentas es verosímil, hay una irresistible tentación de mirar la profundidad y zas, también te vas. abrazo querido maestro.,
Es Totalmente posible… La profundidad «jala» ¡Abrazo marciano (suena mejor que decir «de martes» -que es casi miércoles-, total, de Marte se trata).
Hay un pasaje de un tipo que se fue a un barranco con su carro, como pudo escalo hasta llegar de nuevo la carretera, se tento dodas sus partes y no le había pasado nada, pero no resistió a tentación de mirar el abismo y zas, trastabilló y de nuevo se cayó, esta vez si con consecuencias, el fémur y el húmero, rotos….
Por lo menos, vivió para contarlo…
Ya… ustedes si tienen imaginación. Un muerto a la semana no es mala idea, por los accidentes ya nadie se asusta.
🙂 🙂