Cuando adolescentes, Lucho y yo éramos bien románticos y musicales; en realidad el que hacía música era él que tocaba guitarra y no yo que, aunque me gustaba la música, ya conté más de una vez que de chico me pidieron que “cantara en mudo” el himno nacional, porque desorejaba a todo el colegio: desafinado pero entusiasta…
No sé por qué me ha venido a la memoria algo que escribí hace tantos años y que Lucho le puso música; nos gustaban mucho las zambas argentinas (no las argentinas “zambas”, aclaro; considerando que “zambo” o “zamba” se le dice a quien tiene el “pelo- pasa” –a mi madre le decían así, de cariño-).
En el negro de tu pelo
la noche ha caído entera
y los luceros del cielo
que guían al caminante
han marcado mi camino
a tu negra cabellera…
La noche cayó en tu pelo,
y en tu negra cabellera,
solos quedan los caminos
sin luceros, sin estrellas.
Solos quedan los caminos
Sin luceros, sin estrellas…
Sí, Lucho era músico y yo “poeta”: unos aspirantes a ser Atahualpa Yupanqui (con perdón del Maestro, al que admiramos hasta hoy); curiosamente no recuerdo ninguna incursión más en las composiciones y supongo que allí quedó el intento, pero nuestro romanticismo musical estoy seguro que nos hacía ver cielos llenos de estrellas en el, casi permanentemente gris, cielo de Lima.
Lucho es sociólogo, actor y director de teatro, maestro universitario, ha sido decano de la facultad de comunicaciones de la Católica, ministro de Cultura, sigue tocando la guitarra, pero por sobre todo es mi amigo; ése al que cuando teníamos siete años vomité en el hombro el día de nuestra primera comunión en el colegio, para molestia de Doña Rosaura y confusión de mi madre.
Lucho, el “pata” de toda la vida, el que siempre está; con quien caminábamos interminablemente en las noches barranquinas, desde su casa hasta la mía y de regreso una y otra vez, conversando de todo lo que un muchacho puede conversar con su mejor amigo…
Caray, ¿saben?, el versito ese me está llenando de recuerdos y me parece que mejor no los canso más y preparo un café…
Imagen: siemprequisetocarlaguitarra.wordpress.com
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