TIRANOSAURIO REX.


 

T. REX www.canarias7.es

Le habían dicho que no tocara  nada “porque los chicos, ¿sabe señora?, lo rompen todo…

 

Él no rompe nada”, dijo la mamá molesta y siguieron caminando por el museo para ver al Tiranosaurio Rex; cuando llegaron hasta la osamenta gigante esta se levantaba en una especie de patio, con una rampa que subía rodeando el esqueleto del bicho prehistórico para permitir que se lo viera desde diferentes ángulos.

 

La madre, con el celular, absorta, tomaba fotos para que el niño hiciera el trabajo que le habían dejado en el colegio mientras él se retrasaba y trataba desde la baranda de alcanzar lo que eran, a sus ojos, huesos viejos y contarlo después a sa sus amigos; llegó a agarrar uno, pero el cuerpo lo venció y cogido del hueso enorme, cayó, desmoronando con el jalón el armatoste entero.

 

Cayó desde muy poca altura por suerte y encima le cayeron los huesos que terminaron haciendo una especie de castillo que lo mantuvo ileso; corrió la madre pensando lo peor, llegó el guardián que miró el desastre y vio al niño rodeado de lo que fuera hasta ese día la atracción del museo…

 

“¡Juanito!” gritó la madre alteradísima  y “¡Mierda!” dijo el guardián entre furioso y asustado; el chico no dijo nada pero estaba seguro que sacaría un veinte si contaba la historia y se guardó rápido en el bolsillo,  un pedazo de hueso que levantó a escondidas del suelo, para mostrarlo a los incrédulos como trofeo.

 

    Imagen: http://www.canarias7.es

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