EL SUPERDUPER


rayo

 Le habían prometido que era el “no va más”, que alumbraría su camino poseyéndolo; era en realidad una especie de talismán que lo llevaría más allá de los sueños. Costaba una bicoca y estaba perfectamente a su alcance.

Fue secretamente hasta el quiosco y lo pidió, bajito, a don Humberto, poniendo dos monedas sobre los periódicos de la mañana, doblados con cuidado para que se los llevaran los clientes.

Era un envoltorio pequeño, negro, con un rayo amarillo y no abultaba nada; lo abrió con cuidado, rasgando el papel por un costado y dejó caer el SUPERDUPER sobre la palma de su mano: era un sencillo fósforo. Miró de nuevo el envoltorio de papel y leyó claramente: “¡Te alumbrará el camino!

Guardó el fósforo pensando que lo habían estafado y por si acaso se pusiera en camino.

Publicado por

manoloprofe

Comunicador y publicista desde 1969. Profesor universitario desde 1985. Analista y comunicador político desde 1990.

2 comentarios en «EL SUPERDUPER»

  1. El Poder de comprar esperanza, aunque venga en sobre, en la camiseta con que alíentas a tu equipo deportivo o en la cábala de turno. Todos hemos hecho magia, alguna vez y con empeño, podríamos repetirla. Lindo relato, Manolo! Un abrazo.

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