EL SOMBRERERO LOCO


sin_cabeza

 Tuvo una pesadilla en la que los varones no tenían cabeza.

Todo transcurría absolutamente normal, hasta que entró el primer descabezado; a ese le siguieron muchos cuyo cuerpo terminaba en el cuello: el lugar donde debía estar la cabeza estaba vacío, es decir, allí no había nada.

El mal sueño se repitió un par de veces y nunca más volvió a soñar con persona alguna, con o sin cabeza. Cavilando un día sobre lo que lo soñado implicaría, lo primero que intuyó fue que existiría una ausencia de ideas. Ningún pensamiento, pensó, podía darse sin el cerebro. Pero lo que más le preocupaba en realidad, era que sin cabezas no existirían sombreros. Decidió hacerle caso, por si acaso a la pesadilla y aprender sastrería; por lo menos los trajes estaban completos en sus sueños. Dejaría de fabricar sombreros y venderlos.

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