Me parece que lo sucedido en Venezuela, es como cuando entra aire fresco en un ambiente cargado.
El humo y la pesadez no se disipan del todo y de golpe, pero hay una sensación que se podría llamar de alivio.
Es a Venezuela a quien le toca decidir y queda mucho camino por andar. La sucesión de errores del gobierno, no sé si ensoberbecido por el poder o atemorizado por un futuro que tal no pueda controlar, han sido notorios y desde las noticias, se percibe que han puesto al país llanero en serios problemas, por decirlo suavemente
No me creo con otro derecho que el que tiene un observador lejano que mira hacia ambos lados. Me parece que los problemas venezolanos deben ser resueltos por los venezolanos; sin embargo no puede negarse lo que es evidente; y en un clima de tensión lo sucedido el 6 de diciembre, ayuda a distender y colabora a poner plano el terreno.
Toca recorrer un largo camino de regreso; de poder decir lo que se quiere decir; de vivir sin cortapisas ni carencias; de mirar al mañana con confianza; de sentarse todos a comer en la misma mesa.
Los errores, vengan de donde vengan, se pagan y es algo que tenemos que tener muy en cuenta y aprender.
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