Un atrevimiento más…. (Como de 1967).
ICon la espada encendida
vigilando la puerta
del jardín de los sueños,
con el cansancio inmenso
de siglos a la espera,
guarda el ángel
a un Adán ya cadáver
y a una Eva que es solo un
escozor pasado
de costilla olvidada.
Sin embargo
el ángel allí monta
su guardia sin esperanza
alguna.
Dentro, tras las murallas
donde la enredadera
oculta a los insectos,
el hoy famoso árbol
de la ciencia de todo el bien
y el mal,
despereza su sombra
en la que alberga
el fruto prohibido.
II
Aguijonea el hambre
y aunque se sepa ángel
la espera de los siglos
lo pervierte.
Sobrepasa el umbral
y cuidadoso,
mira arriba,
al azul.
Solo nubes navegan
por el cielo;
La Voz hoy, calla.
Conteniendo el aliento
busca la sombra grande
y entre el follaje
del árbol gigantesco
no oye la risa queda
de la sierpe
que acecha.
Tienta el fragante fruto;
lo desprende,
lo muerde y el ácido sabor
llena su mente.
Echa humo la espada fulgurante.
III
De pronto tiene pies
y carece de alas;
en la mano, la espada
es un arado.
La serpiente se ríe
a carcajadas…
La voz, que estuvo muda,
le pregunta el
porqué de su torpeza.
“Porque tenía hambre”,
le responde.
“No quería saber,
ni ser como Tú, Voz;
solo trataba de
calmar mi apetito.”
“¡Nunca saldrás de aquí!”
,dice La Voz,
“soy Dios y te prometo
que el castigo será peor
que el hambre;
coge tu arado y siembra.
Ya tienes la semilla, que es
tu propia vergüenza;
y como ese arado fue
antes una espada,
a lo que vas a cosechar
llamarás Guerra”.
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