GGM era colombiano y Nicolás Maduro es venezolano.
Venezuela y Colombia son países limítrofes y entre los muchos problemas que al parecer tiene el primero, hay uno que es achacado a los colombianos sean estos inmigrantes legales, ilegales o simplemente colombianos nomás.
De boca del mismo presidente llanero venimos escuchando desde hace mucho tiempo la existencia de diversas confabulaciones para matarlo. Ha acusado a una variedad de autores, desde los norteamericanos hasta a los mismos venezolanos “disidentes”. Cada uno de estos complots es descubierto y desbaratado, lo que supone que Maduro es una codiciada presa y que el servicio secreto o lo que sea en Venezuela, es un dechado de eficiencia.
Me parece que el hombre que dijo que Chávez se le apareció bajo la forma de un pajarito, echa mano a maniobras distractoras, para llevar la atención de su pueblo (no sé si con éxito) a otro lado, ante lo que realmente pasa en ese país y de paso a la opinión pública internacional (creo que sin ningún éxito).
Las reiteradas denuncias me hacen recordar al cuento del pastor que anunciaba falsamente al lobo, hasta que cuando la amenaza fue real y avisó, nadie hizo caso.
Dicen que lo mejor para distraer la atención de lo que sucede dentro de un país, es apelar a una amenaza externa. El enemigo común cohesiona. Esta vez, Colombia es eso y “Santos (el presidente colombiano) hace la vista gorda”, según el mismo Maduro.
¿Creer o no creer?
¿No será que el venezolano Maduro es la real amenaza para Venezuela?