Leí la entrevista a Ricardo Bonilla en la revista “Impresión” de los estudiantes de periodismo de la PUCP y me pareció que los de América Televisión, dueños del personaje, no solo decidieron desaparecerlo después de 20 años, sino prohibir al hombre que encarnó al dragón de colores cualquier tipo de uso, incluyendo la aparición en fiestas o en alguna actividad.
Pensaron “bueno pues, somos los dueños del personaje y si no nos da a nosotros la plata que supone un gran rating, tampoco debe darle dinero a nadie y menos a Bonilla al que ya despedimos”. Sí, son los dueños, pero la fantasía no los tiene y no creo que haya copyright que valga con los niños.
Desaparece la inocencia porque la guerra es asesina y resulta mejor tener una televisión de vertedero que da rating y plata, que esa llamada “blanca” que no reporta nada, dice el pensamiento cloaca.
Es verdad, los del canal son dueños del dragón, pero nunca poseerán los sueños, porque para tenerlos hay que ser inocente.
Qué triste!
INJUSTO y muy triste! 😦
Realmente injusto, pueden ser los dueños del muñeco pero no del personaje y de lo que transmite, de sus sueños y metas. Peor aún, eso de prohibirle a una persona que nos regaló tantas risas en nuestra niñez, está muy mal. ¡Saludos!.