Otra vez la época de “friaje” causa estragos en parte del Perú. Cada año se repite el fenómeno; se comenta y se pide tomar medidas. Se promete.
Cada año se repiten los paliativos, que al final de cuentas son llamados “medidas de emergencia” para algo que debiera estar previsto. Se reparten frazadas, se intenta construir “casas calientes” y… Los sembríos se pierden, las personas y los animales mueren de frío. Los mata la indiferencia, la desidia, la ineficiencia, la improvisación. Los mata quien debería velar para que esto no suceda.
La desgracia es parte de reportajes de domingo en la noche y noticias en diarios. La desgracia es real y se la ve por la tele o se lee en la prensa. La desgracia está lejos, a cuatro o cinco mil metros de altura; donde viven los que no tienen voz, no tienen que comer y se mueren, literalmente, de frío.
¿Por qué no prevenimos? ¿Por qué la indiferencia? ¿Por qué la improvisación y la ineficiencia? ¿Por qué el Estado no está donde debiera estar? Al final, las frazadas servirán para cubrir a los muertos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.